Las principales causas de los varamientos de cetáceos en Canarias son naturales, en concreto en un 64% entre 2000 y 2013. Sin embargo, la mayoría de ellas suelen estar relacionadas con la ingesta de los plásticos que se vierten al mar. "La falta de educación y cultura de la ciudadanía sobre lo que ocurre por debajo de la llamada cota cero provoca la muerte de muchos cetáceos", explica la técnico de biodiversidad del Gobierno de Canarias Erika Urquiola.

En cuanto a las causas en las que interviene el hombre, el 55% fueron colisiones o posibles colisiones con embarcaciones, tras las cuales que los cetáceos llegaron a las costas canarias sin vida. "Decimos posibles colisiones porque el barco ha podido dañarlo cuando el animal ya estaba muerto, lo cual se determina en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, que se encarga de determinar la causa de la muerte", aclara Urquiola.

La interacción con la pesca es otro de los motivos de varamientos, teniendo más importancia el contacto con residuos pesqueros que el contacto directo.

El cachalote es la especie más afectada, principalmente por su particular fisiología de buceo. "No hace descompresión cuando sube a la superficie y necesita un tiempo para recuperarse; al encontrarse adormecido no reacciona aunque escuche un barco", explica la portavoz de la Consejería de Sostenibilidad del Gobierno de Canarias.

"Estamos haciendo estudios para saber cuáles son las zonas de distribución y de cría para pedir a las navieras que varíen las rutas o reduzcan la velocidad de los barcos, pero es muy difícil porque suele ocurrir en las travesías entre Tenerife, Gran Canaria y Fuerteventura y los estudios son muy caros" informa la técnico de biodiversidad.

Las navieras por su parte están dispuestas a incluir tecnología que informe de la localización de los cetáceos y así poderlos evitar. "El problema es que aun no existen tecnologías tan avanzadas que determinen con tiempo suficiente la presencia del animal", añade Erika Urquiola.

En los estudios realizados entre 2000 y 2013 se determina que el mayor índice de varamientos tienen lugar en las dos islas capitalinas. Tenerife y Gran Canaria concentran casi el 60% de los casos por las corrientes. No obstante, el departamento responsable del Gobierno autónomo explica que esto ocurre porque en el resto de islas al haber zonas poco pobladas, como la costa oeste de Fuerteventura, no se informa de los varamientos, y por tanto no se cuantifican.

Los meses con mayor índice de aparición de animales en las costas son marzo y abril. Esto ocurre porque es la época con peores mareas y, a su vez, son los meses en los que llegan las especies migratirias a las Islas Canarias.

Los estudios que se hacen a partir de los varamientos sirven para conocer datos que no se pueden obtener mientras el animal vive en el mar. Las referencias obtenidas permiten saber los ciclos vitales y reproductivos de los cetáceos.

En ocasiones se desconoce la presencia de algunas especies de cetáceos en aguas canarias hasta que varan. "No se han visto nunca en el mar y se conoce su existencia cuando llegan sin vida a las costas", dice Urquiola.

Una vez obtenida la información sobre la especie varada, se intenta recuperar para la ciencia. "En las islas orientales se han recuperado para el museo de cetáceos de Lanzarote", explica Erika Urquiola.