El Cabildo de La Palma informó ayer a primera hora, sobre las siete de la mañana, de que el incendio declarado en los montes de El Paso, concretamente en la zona de Taganana, estaba desde ese momento bajo control y que ahora la cuestión era el exterminio (así se denomina a la extinción) del fuego.

La institución insular hizo hincapié en el trabajo desarrollando durante toda la noche y la madrugada para enfriar la zona afectada a cargo de personal propio, grupos de voluntarios, de ayuntamientos, bomberos... pero detrás del último incendio, también de otros anteriores que se han registrado fuera de la temporada de máxima alerta, se esconde una plantilla del área insular de Medio Ambiente que se ha ido poco a poco desmantelando y envejeciendo, con decenas de plazas sin cubrir y trabajadores en activo que por su estado físico ya no se encuentran en las mejores condiciones para enfrentarse al fuego en primera línea de batalla sino, más bien, para dirigir y aconsejar a otros más jóvenes.

"Hace unos 20 años, cuando aún dependíamos del Gobierno de Canarias, la plantilla de Medio Ambiente estaba formada por unos 300 trabajadores. Ahora, con el mismo monte a proteger, eso no ha cambiado, apenas hay 100. Se han perdido dos tercios del personal, que se dice pronto". Las afirmaciones de Antonio Martel, secretario insular de UGT en La Palma y que pertenece a este equipo de trabajadores, son corroboradas por personal del propio servicio que prefieren guardar el anonimato y que llegan a apuntar que hay comarcas en La Palma "en las que estamos desarrollando nuestra labor, aunque nos cueste reconocerlo, sin poder ofrecer unas mínimas garantías". Es más, "sino fuera por la ayuda de las agrupaciones de voluntarios y la que prestan los ayuntamientos, no sabemos qué habría pasado en más de una ocasión". En esta línea, señalan que "hemos tenido a algún consejero que le preocupaba más hacer la pista para llegar a alguna bodega que la protección de los montes. Por eso estamos como estamos...".

Martel reconoce que en la temporada de mayor probabilidad de incendios forestales por las altas temperaturas, es decir, durante los meses de verano, "el Cabildo refuerza el servicio con el centenar de trabajadores que contrata a través de la empresa Tragsa". Pero, en este caso, es personal contratado "durante un período de tiempo determinado y para actuar solo en incendios, cuando la realidad es que también se necesita gente para las labores de prevención, las que se realizan durante todo el año", como son los trabajos selvícolas para la reducción y el control de combustibles forestales. Subraya que tanto las jubilaciones como las bajas por enfermedad de larga duración o fallecimientos que se han producido durante los últimos años "no han sido cubierto y eso ha hecho que la plantilla se quede excesivamente corta. Ahora tenemos un servicio casi desmantelado".

En los mismos términos se expresó Carlos Hernández, representante de Comisiones Obreras en este área, quien además apunta que "cuando se habla de que se destinan 300 ó 400 personas para la lucha contra los incendios" en la temporada de máxima , "no se está diciendo toda la verdad". En Medio Ambiente "hay apenas un centenar de trabajadores y me atrevo a decir que la mitad no estamos para actuar en incendios. Los más jóvenes pueden tener ya 45 años, pero la mayoría están entre los 50 y los 60".

Hernández considera que lo idea sería "aprovechar a la gente que está en el servicio y que tiene mucha experiencia en incendios, con capacidad para enseñar a otros cómo se trabaja. Hay muchísimas plazas que hay que cubrir con personal nuevo, en mejores condiciones físicas y que haga lo que muchos hicimos hace 20 años atrás".

El representante de CC apuntó que falta personal "en casi todas las comarcas, aunque en unas más que otras". A propósito, Martel apuntó que "mejor no decir dónde estamos peor dotados porque siempre nos puede leer algún pirómano e ir a esos lugares", señalando además que la falta de efectivos hace que los que actualmente están trabajando tenga que hacer hasta turnos de 16 horas sin descanso cuando se produce un incendio, "a lo que están siempre dispuestos, la predisposición es muy buena, pero aunque quieran no hay duda de que el rendimiento no es el mismo que si hubiera trabajadores para rotarlos".

Ambos sindicalistas aclaran que el desmantelamiento de Medio Ambiente "no es nuevo" por lo que no se puede señalar como culpables a los políticos que actualmente gestionan el área, ya que "ha sido un proceso paulatino, poco a poco, hasta llegar a la situación en la que ahora nos encontramos", aunque sí entienden que habría que replantearse desde que sea posible "convocar las plazas más urgentes", al menos aquellas con las que se garantice la protección de los montes de La Palma.

No es tan solo una cuestión de personal, el área insular de Medio Ambiente tampoco dispone de los vehículos necesarios para poder atender con garantías un incendio, su parque móvil también debe ser renovado, lo que hace imprescindible la colaboración de otras administraciones.

Todas las sospechas apuntan a que el fuego fue provocado

Es pronto para certificarlo, pero todo apunta a que los dos conatos que se registraron a menos de 200 metros de distancia el pasado domingo en los montes de El Paso fueron provocados. A propósito, la responsable insular de Medio Ambiente, Nieves Rosa Arroyo, manifestó a EL DÍA que "en estos momentos se está investigando el origen de los conatos y, por ello, no podemos asegurar lo que pasó, aunque cada uno de nosotros puede tener sus sospechas sobre lo ocurrido. Hablamos de que se originaron en una pista muy poco transitada...". A renglón seguido, apuntó que "la prevención es una labor de todos. Si vemos a alguna persona sospechosa de poder incurrir en algún delito contra nuestro patrimonio natural, hay que ser valientes y denunciarlo". Es consciente de que "por mucho trabajo que se haga desde las administraciones, siempre pueden haber incendios provocados o no. Tampoco podemos vigilar a todo el mundo". Arroyo señaló que se está trabajando además para conocer con exactitud las dimensiones de la zona afectada (que no quemada) por el fuego, subrayando que "estamos hablando de unos 3.000 metros cuadrados", una cifra que, por otro lado, marca la frontera entre lo que se considera un conato y lo que ya pasa a ser incendio, todo de pinar, brezo y fayal, sin afectar, por tanto, a ningún núcleo de bosque de especial protección o de compleja recuperación. La consejera quiso destacar "el gran trabajo desarrollado no solo por el personal de Medio Ambiente y de otras áreas del Cabildo de La Palma" sino, también, "por las asociaciones de voluntarios, que siempre están dispuestos para prestar su colaboración ante incidentes de este o cualquier tipo, así como a los ayuntamientos, que son conscientes de que la protección de nuestros montes es una labor colectiva, que no debe de atender a ningún otro tipo de interés o criterio que no sea el medioambiental". Al ser cuestionada por la fecha en la que se activará la campaña contra incendios forestales, Arroyo señaló que "será a partir del próximo mes de junio", con la incorporación del centenar de contratados a través de Tragsa, "aunque desde mayo ya tenemos a dos retenes de guardia para las incidencias que puedan ocurrir", como fue la vivida el pasado domingo.

carreteras

Túnel en doble sentido. El consejero insular de Infraestructuras, Jorge González, cuyo personal también ha tenido que hacer horas extras durante el incendio, informó ayer de que los dos accesos al refugio de El Pilar, tanto por San Isidro como por El Paso, "ya están abiertos", por lo que la única variación en el tráfico se concentra en la carretera de la Cumbre, en la que "el túnel nuevo está abierto en doble sentido, cortando a partir de ese punto el tráfico hasta que se comprueba el daño que el incendio ha podido causar en los taludes más cercanos a la vía". En este sentido, González insistió en que "las medidas que hemos tomado han sido por seguridad". Además, lo cierto es que para los conductores que circulan del Este al Oeste es un alivio poner acortar carretera por el túnel nuevo.