"A las diez de la mañana del lunes tengo que tener todo fuera porque van a precintar mi casa en la calle San Vicente Ferrer". Con estas palabras María del Carmen de la Cruz Valladares, de 75 años, explicaba ayer que el lunes abandonará la casa en la que ha vivido durante los últimos 25 años por la imposibilidad de pagarla.

"Dejé de pagar hace tiempo. Debo 4.000 euros, las mensualidades son de 415 euros y yo cobro una pensión de eso mismo, de 415 euros. Si quería comer tenía que dejar de pagar la casa y es lo que hice", explicaba ayer sentada en un lateral de la escalera de acceso al Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, a donde acudió acompañada de los miembros de la plataforma Stop Desahucios con la idea de buscar una solución con las concejalas de Viviendas y Servicios Sociales, Ángela Mena y Alicia Álvarez respectivamente.

"El ayuntamiento me está ayudando, pero el dinero ya no va a llegar a tiempo para que me pueda quedar en mi casa, así que me ayudarán con otra, dicen que con 1.300 euros que le darán directamente a la inmobiliaria. El año pasado las trabajadoras sociales ya me ayudaron, pero fue muy poco y yo no he podido hacer más", explicaba Carmen que asegura que no sabe a dónde irá el lunes cuando abandone su casa.

"Tengo hijos, pero uno prácticamente vive conmigo y las otras dos chicas tienen en su casa hijas y nietas e incluso biznietas, así que si me tengo que quedar en la calle con todas mis cosas, me quedaré. Tampoco quiero seguir viviendo donde lo hago porque tengo muchos problemas de salud y los 21 escalones para llegar en mi casa son un sufrimiento. Llevo 16 operaciones, sobre todo en las piernas, pero también tengo diabetes, hipertensión y mal la vista".

Tras reunirse con María del Carmen, la concejal de Servicios Sociales, Alicia Álvarez, aclaró que el caso lo conocen las trabajadores sociales y que "está controlado".

"Tendrá que abandonar ese piso, pero no va a estar en la calle. Todas las semanas nos llegan tres y cuatro desahucios y todavía no hay nadie en la calle. Si es inminente se busca el apoyo de las redes familiares y se busca alquiler social y la Prestación de Asistencia Social (PEA) de alquiler; si el caso es muy extremo siempre queda la opción del Centro Municipal de Acogida (albergue) e incluso algún apartamento para no separar unidades familiares", declaró ayer la concejal.