Andrés observa asustado cómo se llena la Sala de Cámara del Auditorio de Tenerife. En unos minutos, él y un centenar de compañeros van a salir al escenario para representar un musical que se cuece a fuego lento desde octubre de 2013. Ana recoloca su tocado y aprieta sus dientes en un signo más que evidente de nerviosismo. Todo su peso descansa en las puntas de unos pies que la elevan seis centímetros más, quizás siete, sobre el suelo. Pilar mantiene sus manos apoyadas en los hombros de la compañera que le precede mientras una de las profes da una última orden. ¡Silencio ya... Vamos va a empezar!

Se apagan las luces. En la grada suena una sinfonía de tos contagiosa que curiosamente desaparece en cuanto suena la música. Allá van. Ciento ocho alumnos del CEIP Teófilo Pérez de Tegueste, del CEIP El Chapatal de la capital tinerfeña, el C.P. San Agustín de La Orotava y el CEIP Las Retamas de Los Gladiolos se lanzan en busca de su primera ópera. La gran mayoría, por no decir el cien por cien, no tiene ni idea de quiénes son el señor de barba y el acompañante de gafas que tantas preguntas hacían entre bambalinas. Carlos Alonso, presidente del Cabildo de Tenerife, y Cristóbal de la Rosa, consejero de Cultura y Patrimonio, son testigos de la puesta de largo de la tercera edición de "Manos a la Ópera", una aventura impulsada por el Auditorio de Tenerife en la que participan niños de 3 a 5 años.

A ver cómo lo explico. Todo gira alrededor de un espantapájaros aficionado a la lectura cuya eficacia es puesta en entredicho por el propietario de una finca que sufre constantes robos. Mariposas, astutos zorros, pájaros... "El espantapájaros" es una suma de esfuerzos que tiene cuatro piezas esenciales en el Auditorio de Tenerife, los profesores de los cuatro colegios que conforman la primera remesa de "Manos a la Ópera" -el proyecto tiene una duración de tres años-, los alumnos y los padres de estos. Todo es de fabricación propia -los tocados y la escenografía- y con materiales reciclables. El césped, por ejemplo, ya ocupó parte del escenario de la Sala Sinfónica los días de representación de "Cosi fan tutte". Al final, media hora después del inicio de esta animación musical, la felicidad se impone con la misma rotundidad con la que madura la frase de "...y fueron felices y comieron perdices".

Chiqui Pérez - Profesora

CEIP EL CHAPATAL / SANTA CRUZ Tfe.

Esmeralda - Profesora

C.P. SAn AGUSTÍN / LA OROTAVA

José Luis Rivero

Director de programación del Auditorio de Tenerife