El joven escritor portuense Sagar Prakash Khatnani (1983) publicó hace ya varios meses su primera novela en papel, "Amagi", con Santillana Ediciones Generales, aunque antes la autoeditó en Amazon, donde consiguió en poco tiempo más de dos mil descargas y cerca de nueve mil seguidores en facebook.

Inquieto, honesto y con las ideas muy claras, este tinerfeño cuya familia es de origen hindú, ha conseguido que su obra, repleta de una peculiar filosofía de la vida, ya se pueda leer en Argentina, México y Perú, donde ya ha vendido los derechos de edición. También le han propuesta traducirla al ruso. Las noches y las horas libres de seis años fueron el escenario en el que este entusiasta de las letras escribió "Amagi" , mientras también estudiaba Audiovisuales, Radio y Espectáculos, y el grado superior de Protocolo Internacional en Madrid.

Sagar Prakash, que tiene previsto participar en la Feria del Libro de Santa Cruz, ahora se va a Madrid a promocionar su relato, aunque acaba de volver de una gira por Ceuta, aseguró que su "ópera prima literaria es "una novela de aventuras, con una historia de amor, venganzas y traiciones, un reencuentro entre antiguos personajes. Es una historia de entretenimiento, una novela de aprendizaje con muchas moralejas y enseñanzas que vienen de tradiciones como el sufismo, el jasidismo, el budismo o incluso el cristianismo".

"Amagi", con más de medio millar de páginas, reúne todos aquellos cuentos ancestrales que conoce su autor en torno a una historia principal. "En la propia historia le van sucediendo estas moralejas al mismo personaje, de tal modo que podemos ver desde su adolescencia hasta su madurez cómo va creciendo física e intelectualmente. Podemos ver cómo se va convirtiendo en una persona completamente diferente al que era".

Prakash tiene muy claro que esta novela, una verdadera búsqueda de los sueños, deambula por conceptos como la libertad y la verdad del pensamiento humano. "No solamente entendido por la libertad física que logra el personaje por una serie de acontecimientos que suceden en su vida, sino sobre la libertad interior, la individual, sobre la que los mayores tiranos somos nosotros".

La filosofía que rige "Amagi", en la que intervienen ocho personajes principales, encierra una serie de valores. "Sobre todo transmite valores de superación personal, de autoayuda, pero no al uso, que suelen ser muy teóricos y alejados de la realidad. Este libro no es en si un libro de autoayuda. Es un libro de aventuras con un gran componente de superación personal. Para mucha gente es un libro de entretenimiento".

Este escritor ha conseguido conectar con numerosos lectores virtuales que han mantenido contacto directo con él a través de las redes sociales, donde se dio a conocer. "La gente me escribe en facebook y me dice que se han pasado la noche desvelados hasta acabar el libro y eso que tiene más de quinientas páginas. En si es una novela de evasión y de disfrute, pero tiene un valor añadido, te aporta un valor espiritual, digamos".

Algunos críticos consideran que su estilo recuerda al de Jorge Bucay o Coelho. "Cuando uno escribe libros, la gente lo compara con las referencias que ellos tienen. Pero los autores que me han marcado a mí son Rajneesh, conocido en Occidente como Osho, U.G. Krishnamurti, Jiddu Krishnamurti, Vivekananda o Paramahamsa Yogananda, aparte de Rabindranath Tagore, Buddhadeva Bose, o los cuentos de Baal Shem Tov, o los de Dickens, y un largo etcétera".

A pesar de que "Amagi" está muy presente en el mercado literario español, este inquieto contador de historias ya está pensando en su próximo proyecto. "El libro ha llegado ahora al mercado, pero hay que entender que han pasado más de seis años desde que lo escribí, y luego correcciones y correcciones. Para mi esa etapa ya está cerrada y empieza el deseo de seguir escribiendo otra obra. Está preparado el mapa conceptual y todo. Es ponerse a ello. Puede que mi próximo libro sea de suspense. En este sentido, no estoy casado con ningún género. La vida de un escritor es una carrera de fondo. Una cima lleva a otra".

El personaje central de la narración es Yuseph Wahed, un ingenuo muchacho de Casablanca que se ve obligado a abandonar su hogar para revelar el significado de una misteriosa palabra que se manifiesta en sus sueños desde que nació, "Amagi".

"Es un personaje muy inocente, que no ha visto mucho mundo y que ha estado sobreprotegido. A lo largo de la historia la gente le coge mucho cariño, porque se convierte en un héroe por el hecho de caer, de tropezarse continuamente y de levantarse y superar esos obstáculos. Hay lectores que me han dicho que les gusta otro personaje, el judío, que les ha llegado mucho. Fue una sorpresa, porque siempre pensé que el personaje principal era Yuseph. Mucha gente me ha confesado que ha llorado con el libro".

Los valores que dominan en esta historia, que se desarrolla en una época situada entre los años 1801 y 1805, "pero es indeterminada a pesar de que hay datos históricos. No es más que un telón de fondo, un mero andamio", son la amistad, los recuerdos nostálgicos, "la superación personal y social, el querer avanzar en la vida. Era la búsqueda de la felicidad, lograr su sueño".

Por último, Prakash aseguró que la obra, cuyo clímax está repartido por toda la novela, está relacionada con las injusticias sociales, "se plantea la idea de la esclavitud. Sólo la unión contra la injusticia puede obtener una respuesta masiva en su contra. Sin embargo, en la historia no se plantean en profundidad esos temas. Esta historia es sobre una persona, sobre como crece y pasa de la adolescencia a la madurez".