El tenor español Celso Albelo se encuentra en Japón, un país que ya ha visitado profesionalmente en cinco ocasiones y donde vuelve a encontrarse con un público entregado en tres recitales centrados en su repertorio de "bel canto".

"Con cualquier manifestación artística los japoneses son super cuidadosos y además te muestran mucho su cariño. Cuando termina la actuación siempre hay una larga fila de gente que viene a darte la enhorabuena", explicó hoy el tenor tinerfeño que aseguró estar "feliz" de volver a Japón.

Acompañado del pianista también canario Juan Francisco Parra, Albelo actuó el pasado 25 de mayo en el Yokosuka Arts Theather donde repetirá mañana con una revisión de su amplio catalogo de música de cámara.

Dentro de su gira en el país asiático, el tenor de 37 años actuará además el 7 de junio en el Olympus Hall Hachioji, también en la capital nipona, con una selección de fragmentos de "Lucia de Lammermoor", de Gaetano Donizetti, acompañado de la pianista japonesa Tomoko Ishibashi.

Albelo aseguró que actuar en Japón es como "jugar en casa", gracias a un público que le sigue y le aprecia y además calificó de "gustazo" el poder interpretar el papel de Edgardo, uno de los más conocidos del "bel canto" romántico.

Japón, recordó el tenor, es un país muy particular a nivel operístico, ya que a parte de los recitales no se hacen producciones propias y el sistema es traer hasta aquí montajes enteros de grandes teatros.

"Lo llevan haciendo muchos años, así que creo que les debe funcionar", apuntó tras reconocer que cuando trabajas en Japón sabes que nunca vas a tener un problema ya que el país "es como una máquina de relojería que funciona a la perfección".

En cuanto a su próximos proyectos destacó que el más importante es, sin duda, el convertirse por primera vez en padre este verano, por lo que se tomará unos meses libres.

A nivel profesional, este reconocido intérprete cuya carrera empezó tarde pero que se puede calificar de meteórica, se enfrenta a su debut en enero de 2016 en el Metropolitan de Nueva York, uno de los grandes teatros en los que le queda actuar.

De momento, no da mas detalles hasta que el gran templo americano de la ópera haga pública la programación de esa temporada.

Mientras, otro reto importante es interpretar en la Ópera de Montecarlo, en enero de 2015, uno de los roles fetiches de los tenores, el Arnold de "Guillermo Tell".

"Siempre he hecho el personaje de "el pescador" pero ahora me han dado la oportunidad y me he animado a hacer el tenor grande", explicó el tinerfeño que de momento mantiene su residencia en Roma.

Aunque es consciente de cómo la crisis y los recortes han golpeado a las artes escénicas a nivel mundial se muestra optimista ya que considera que "de los momentos más duros de la historia han surgido las mejores ideas".

En cuanto al panorama de la ópera en España dijo que "se están haciendo esfuerzos muy importantes por mantener el nivel" y destacó que "es un país con mucho nivel, le pese a quien le pese", y que "la historia y el presente nos avala".