Un inmenso despliegue policial en el centro de Estambul abortó ayer los intentos de conmemorar el primer aniversario de las protestas de Gezi en la emblemática plaza Taksim. Todo ello en una jornada con choques aislados entre manifestantes y antidisturbios que dejaron un balance de más de un centenar de detenidos.

Los cordones policiales rodearon varios barrios del centro de Estambul y a media tarde fue evacuada la plaza de Taksim, el corazón de las protestas del pasado año y lugar emblemático para la izquierda turca, así como todas las calles aledañas. El dispositivo policial rodeó también el parque de Gezi.

Pese al despliegue policial, pequeños grupos de manifestantes lograron infiltrarse en la comercial calle Istiklal, donde varios cientos de personas empezaron a cantar consignas contra el Gobierno, rodeadas por los agentes.

Al intentar marchar hacia Taksim, un grupúsculo de la izquierda radical empezó a tirar botellas contra el cordón de los agentes, que reaccionaron lanzando gases lacrimógenos y cargando con sus porras. Los policías evacuaron toda la calle y practicaron numerosas detenciones.