Las dificultades económicas por las que atraviesan muchas familias de las Islas han dificultado el acceso de sus hijos a la educación superior. El endurecimiento de los requisitos para acceder a una beca del Ministerio de Educación y la elevación de las tasas de matrícula han puesto más piedras en el camino a los aspirantes a obtener un título universitario.

Los primeros obstáculos aparecen en cuanto los alumnos salen del instituto. Pese a su cuantía en principio modesta -al menos en comparación con lo que vendrá luego-, el pago del título de Bachillerato y de las tasas que permiten concurrir a la prueba de acceso a la Universidad (PAU) suponen un problema para las economías familiares más modestas. Entre 700 y 750 estudiantes de las Islas con bajos recursos recibirán este año un empujón, puesto que el Gobierno regional sufragará el coste de ambos trámites.

El cálculo lo han hecho los propios centros educativos, que son "los que mejor conocen la problemática de los alumnos", explica Carlos Guitián, director general de Universidades. El proceso -pilotado por la Viceconsejería de Educación y en el que la Dirección General ha actuado como "elemento de mediación" con las instituciones académicas- ha consistido en aplicar los mismos baremos de renta que se emplean para determinar qué estudiantes disfrutan de "cuota cero" en los comedores escolares.

Educación no dispone de un presupuesto específico para esta actuación, que fue anunciada por el presidente del Gobierno hace solo unos meses, en el Debate sobre el Estado de la Nacionalidad, y que ha sido refrendada hace solo unas semanas por el Consejo Universitario de Canarias. Los más de 87.000 euros que puede costar, resultantes de multiplicar la suma de ambas tasas por los 700 beneficiarios, saldrán del dinero sobrante de la liquidación de dos fundaciones públicas, una de ellas las que hasta hace tres cursos gestionaba las becas.

Sin embargo, la continuidad de esta actuación parece inevitable. "Si las cosas siguen como están habrá que presupuestarlo, y por ahora la mejoría económica no se nota en las familias. Nadie debe ser excluido de la posibilidad de estudiar por no tener dinero para pagar una tasa o un título", argumenta Guitián.

No obstante, el director general aclara que, pese a que hace un año se denunció la situación de cientos de alumnos con problemas para pagar la inscripción en la PAU, su departamento solo recibió una queja al respecto.