"¿Hasta cuándo va a esperar el Gobierno del PP para afrontar la obra de emergencia del dique semisumergido de San Andrés? ¿Están esperando tal vez a que ocurra una desgracia?". Son palabras del alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez desde el barrio marinero, hasta donde se desplazó ayer por la tarde después de que sobre las 16:00 horas la pleamar diera un nuevo susto al arrojar grandes piedras en la avenida, lo cual obligó a cortarla en sus cuatro carriles, tanto en el acceso como en la salida hacia la capital tinerfeña, y a desviar el tráfico por la zona alta.

"Hay un compromiso de la ministra de Fomento desde septiembre de 2013 de desbloquear la realización de esta escollera, reclamada históricamente por los vecinos, que no ha cumplido", continuó Bermúdez, quien estuvo acompañado del concejal de Servicios Públicos, Dámaso Arteaga.

"La pregunta que se hacen tanto ellos como el ayuntamiento es qué tendrá que pasar para que el Gobierno de Madrid se dé cuenta de que la del dique es una obra de emergencia por razones obvias de seguridad".

Si bien la subida de la marea en la madrugada de ayer no originó problemas de importancia, la de la tarde despertó la alerta por la fuerza del mar y las enormes dimensiones de las piedras que desplazó. Una brigada de la empresa concesionaria de la limpieza afrontó con rapidez su retirada.

"Lo único positivo, apuntó Bermúdez, es que el drenaje de la obra que culminamos hace unos meses desde el ámbito municipal para evitar situaciones como esta ha funcionado bien. Por eso, precisamente, el agua no anegó los comercios ni llegó a las viviendas, pero si no se afronta una obra del calado de la escollera o dique semisumergido existe un grave riesgo cada vez que suba la marea".

San Andrés aguardaba expectante la pleamar de anoche, en las primeras horas de la madrugada, Según el alcalde, "está garantizada la seguridad porque la carretera permanecerá cortada y quedará un retén de Policía Local, Protección Civil y Urbaser con una pala para actuar si fuera necesario".