Agentes de la Policía Nacional, adscritos a la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Santa Cruz de Tenerife, detuvieron a cinco personas e imputaron a otras seis como presuntos autores de delitos de falsificación de documentos, siendo el principal implicado de nacionalidad española y el resto de Nigeria y Senegal.

La operación Pinzón comenzó en septiembre de 2013, al detectarse por parte de los encargados de la investigación que varios extranjeros solicitaban su regularización o la renovación de sus autorizaciones de residencia mediante una serie de contratos con una empresa que carecía de actividad aparente, explicó la Policía en un comunicado.

Esta empresa estaba relacionada con otras mediante el principal implicado, J.C.R.C., que valiéndose de su posición de administrador, llevaba a cabo estas contrataciones simulando la prestación de servicios de mantenimiento y limpieza a comunidades de propietarios, de cuidado de personas de la tercera edad o como personal de oficina.

Los personas que adquirían un contrato pagaban su cuota de la Seguridad Social, así como una cantidad variable, de hasta 2.00 euros, en función la duración del contrato solicitado. Además de ofertar sus servicios a extranjeros, también vendía contratos y nóminas a ciudadanos españoles que, gracias a los días cotizados de forma fraudulenta, lograban percibir prestaciones por desempleo.

Esta actividad se realizaba principalmente en Santa Cruz de Tenerife y en el Sur, en este último caso gracias a un intermediario de nacionalidad senegalesa que ofrecía estos servicios.

En algunos de los casos, J.C.R.C. se apropió de las cantidades abonadas por sus clientes para cubrir las cuotas de la Seguridad Social, llegando a acumular deudas con la misma de hasta 40.000 euros.

Los beneficios obtenidos por estas actividades ilícitas fueron unos 48.000 euros, de los que 8.000 se obtuvieron por la venta de contratos y el resto en deudas a la Seguridad Social.