El Tenerife CajaCanarias se enfrenta este sábado en el Estadio Joan Serrahima, en Barcelona, al devenir liguero de la presente temporada. Llega la segunda y penúltima jornada de la Liga de Clubes de División de Honor, fecha que marca el objetivo por el pugnarán los blanquiazules en el siguiente formato competitivo, la lucha por el título o la permanencia.

Ambas formaciones parten a priori con sensaciones opuestas pero con un objetivo común: la continuidad en la elite del atletismo español. Los chicos, asentados desde hace más de un lustro entre las 16 escuadras más relevantes del panorama nacional, tienen la licencia de pesar en algo más, que es entrar en la fase por el título con los ocho primeros.

Sería la segunda vez que consiguen pelear con conjuntos con un presupuesto mucho mayor y todo ello con atletas forjados en las Islas, particularidad que aún da más mérito al hecho en sí. Hace dos campañas, el Tenerife CajaCanarias no sólo se coló en la fase final sino que además obtuvo un valiosísimo sexto puesto que adorna su envidiable palmarés en el que también brillan con luz propia tres participaciones consecutivas en la Copa del Rey.

Para este sábado, los adversarios de turno son el FC Barcelona, que con 222 puntos marcha tercero en la clasificación, el Cueva de Nerja, que logró 172 puntos el primer día, y el Burgos, colista momentáneo con 92,5 créditos. El Tenerife CajaCanarias acude a suelo catalán en séptimo lugar de la tabla,

formada por 16 equipos, tras récord de puntuación personal el primer día (190,5), en el que sólo cedió ante el AD Marathon.

En cuanto a los estadillos, suma total de puntos de los equipos teniendo en cuenta las mejores marcas de dos de sus atletas en cada una de las pruebas baremadas, el Tenerife CajaCanarias, que partía undécimo (32.945 puntos), está por encima del Caja de Burgos (13º 30.710) y es superado por el FC Barcelona (2º 37.138) y el Nerja (8º 33.329). No obstante, éste es un dato que no refleja el valor competitivo de los clubes, que el día de la cita suelen tener múltiples bajas o sus componentes no estar a pleno rendimiento.

Por su parte, las chicas aspiran a lo máximo en su cuadrangular. Después de su vuelta a la máxima categoría, el joven plantel que dirige Ramón Luis Herrera tiene de todo menos miedo a lo que pueda ocurrir en Barcelona. Sabedor de que su reto es la permanencia, intentará sorprender a sus contrincantes y llegar con confianza y fuerza al último día, el 28 de junio.

El primer día, también en Alcobendas (Madrid), como los chicos, concluyeron cuarta, con 120 puntos pero con motivos más que suficientes para creer en la permanencia. De hecho, la puntuación obtenida le daría a día de hoy para seguir en División de Honor, pues finalizada la primera jornada las tinerfeñistas marchan décimo terceras en la clasificación, por delante de tres de sus grandes rivales para esquivar las dos plazas de descenso a Primera: L''Hospitalet (115), Bidezábal (110) y Unicaja (93).

Playas de Castellón, que marcha tercero con 228 puntos; el AA Catalunya, séptimo con 175; y el Cueva de Nerja, décimo con 154 puntos, son los tres clubes con los que medirá fuerzas el Tenerife CajaCanarias este sábado, en su reto de demostrar que la Isla aún tiene mucho que decir en la elite. En teoría, por estadillos, Playas (3º 34.254), Catalunya (7º 32.408) y Nerja (10º 32.113) son superiores al Tenerife CajaCanarias (14º 28.765) sobre el papel. Otra cosa es lo que dice la pista.

Cada división está integrada por 16 clubes y el formato de competición consta de tres jornadas, la última de ellas ya con cariz de final, a un atleta por prueba, con ocho equipos por un lado luchando por el título y otro tantos, en otro sitio, queriendo evitar el descenso. En los dos primeros cuadrangulares la competición se desarrollará a dos atletas por prueba.

Los dos primeros días de competición los equipos irán sumando puntos dependiendo su clasificación final. El ganador puntúa con 4 créditos mientras el cuarto y último, con 1 punto. Una vez concluidas las mismas, se sumarán y los ocho mejores se verán las caras en una última fase a un atleta por prueba –normalmente compiten dos- por el título, mientras los ocho restantes harán lo propio pero con dos plazas para el descenso en juego.