Minutos después de dar a conocer "Vida", uno de los temas que más se escucharán en el Mundial de Fútbol de Brasil, ya se contabilizaban casi 12 millones de descargas oficiales en la red. La canción, compuesta por Elijah King a partir de un concurso en el que se recibieron más de 1.600 propuestas de 29 países, ha supuesto un nuevo impulso en la carrera del puertorriqueño Ricky Martin, un intérprete que asegura tener una complicidad especial con el público de Canarias. "Allí siempre me sentí como en casa; para mí es como una extensión de Puerto Rico en territorio español", confiesa.

¿Con ganas de convertirse en uno de los referentes de la gran cita deportiva que arranca esta semana?

¿A quién no le gusta eso? Hace unos meses la FIFA contactó conmigo para tantear la posibilidad de si quería formar parte de este proyecto una vez más y no me lo pensé. Hay que estar algo tarado de la cabeza para no aceptar una oportunidad como esta.

Usted ya disfrutó de una experiencia similar en Francia''98 con "La copa de la vida". ¿Es muy distinto este Ricky Martin de aquel?

Las emociones no han cambiado. Que me propongan una vez en la vida unir mi música a un acontecimiento deportivo tan grande es un sueño, pero cuando eso pasa dos veces la felicidad hay que elevarla al cuadrado (sonríe). Creo que los dos son diferentes. En estos 16 años viví muchas experiencias con grandes artistas y me atrevería a decir que mi música ha cambiado para bien. Estoy bien de energías, las motivaciones siguen intactas y las musas continúan pululando dentro de mi cabeza. Eso sí, toda mi vida depende de cuántas tazas de café me tome al día.

"Vida" es la mejor plataforma para impulsar su próximo proyecto discográfico, ¿no?

Es la mejor que podía encontrar. El próximo disco, si Dios quiere, estará listo en octubre. Ahora me voy a Marruecos a dar un concierto en Rabat y en breve estaré en Los Ángeles grabando. La fase final la vamos a completar en Australia y, sinceramente, creo que la música que voy a presentar en este álbum refleja muy bien el momento en el que estoy. Seguiré bastante atado a los ritmos latinos, que es lo que me mueve y lo que moviliza a mi público, porque está claro que lo que la gente espera de mi son esas buenas baladas "cortavenas" y una música alegre, enérgica e incluso divertida.

En unos días se va a acercar bastante a este archipiélago, ¿pero lo veremos pronto por Canarias?

Esa es una plaza muy apetecible. No solo por la calidez que me transmite su gente, sino porque las veces que he ido no me sentí un extraño. Para mí es como una extensión de Puerto Rico en territorio español. La gira mundial está programada para finales de este año y en 2015 vendré a España... Voy a pelear para incluir a Canarias en el calendario de conciertos, pero esa posibilidad está por definir. El año que viene voy a pasar mucho tiempo en España y las Islas siempre han sido un referente en mi programación.

¿Esa sensación de cercanía que tiene con las Islas es una ventaja a la hora de vender su música?

Sí que lo es... Es obvio que para tener cierto éxito en Europa hay que conocer Canarias. Sobre todo, porque es un lugar en el que confluyen los ritmos de varios continentes. Yo lo he sentido así cada vez que voy y esa es la misma sensación que me transmiten mis compañeros de profesión. El artista latino que no conquista al público canario fracasa. Ese archipiélago es un eslabón que tiene que existir sí o sí porque sirve para unir a Latinoamérica con Europa. Si no pasas alguna vez por ahí para mostrar lo que haces estás perdido.

¿No le sorprende que siendo aún una persona joven ya acumule 30 años de carrera artística?

Ese es el peligro de empezar a cantar a los 12 años (ríe)... No sé si existe un secreto, ni tampoco quiero introducir un cliché fácil en esta conversación, pero es que estoy haciendo lo que me gusta. Subirse a un escenario y ver a toda esa gente delante de uno es un vicio difícil de suprimir. Voy a confesar una cosa que no suelo decir en las entrevistas. Hubo un momento en el que me quise ir, pero a la semana ya estaba metido otra vez en el lío. Lo complicado no es arrojar la toalla, lo realmente difícil es saber que al final la tienes que recoger y tirar para delante porque no entiendes el día a día sin todo esto.

¿Pero regenerar su música fue algo vital para crear diez álbumes de estudio?

¿Ya son diez? Los cambios dan mucho miedo, pero sin ellos no hay futuro. Las metamorfosis se crean asumiendo riesgos y nadie puede detener el paso del tiempo. ¡Qué bueno que no soy el mismo que el que cantó por primera vez "La copa de la vida"! El mundo es una evolución constante que hoy tiene su mejor ejemplo en las redes sociales.

¿Qué importancia le otorga a las redes sociales?

Yo escucho los consejos y las críticas que me hacen. Si yo digo que mi música es de color azul y mis fan la ven morada hay que tratar de buscar un acercamiento entre esas dos posturas. Lo que no voy a atender jamás son los comentarios que invaden mi vida personal. Eso no tiene ninguna conexión con mi condición de artista.

Tras confesar que quiso tirar la toalla, ¿cómo está el depósito de ilusión de Richy Martin?

Está lleno de proyectos. Mis hijos me han inyectado fuerza y una inspiración creativa para dar todo lo que tengo. Ahora escribo cuentos para niños y rentabilizó bastante bien las ideas que me aportan. Mis amigos me preguntan de dónde saco el tiempo. Sí que lo hay. Yo solo necesito tres horitas diarias para mis proyectos: dos para la música y una para los cuentos.

¿Su favorito para el Mundia?

Soy español -está en poder de la doble nacionalidad- y la roja tira mucho, pero honestamente me gustaría ver el tremendo circo que se monta si Brasil gana en casa. ¿Lo dejamos con una grandísima final entre Brasil y España y que gane el mejor? ¡Suerte!

Escuche aquí la canción "Vida", una creación con el intérprete puertorriqueño promociona Brasil''14.