El Barcelona necesita sobreponerse a la pobre impresión y a la relajación ofrecida en el tercer partido de la serie ante el Valencia, donde cayó víctima de sus propios errores y tras dejar escapar una cómoda ventaja de catorce puntos.

Después de ganar los dos primeros partidos en Valencia, el trabajo más complicado, los azulgranas lo parecía tener todo hecho y se dejó ir en el tercer partido. La suerte del equipo de Xavi Pascual es que el Barça dispone mañana de una nueva oportunidad y también en su pista para decidir su pase a la final.

Con 42-28, el Barça ya vio la final y bajó su intensidad. Los interiores azulgranas se cargaron rápidamente de faltas y poco a poco, los catalanes se fueron diluyendo, también por el enorme trabajo de la pareja Doellman y Lishchuk, que fueron determinantes en la victoria de su equipo.

Sin el dominio del rebote ni el acierto en triples (1/18), los azulgranas fueron un equipo desconocido. Fueron cediendo el protagonismo al rival, un equipo mermado que consiguió la victoria con siete jugadores, ya que a las bajas conocidas de Dubljevic, Aguilar y Sato se sumó durante la recta final del partido la de Pau Ribas.

El Barça fue un drama, en ataque y en defensa. Fue bajando su rendimiento con el paso de los minutos (11 puntos anotó en el último cuarto) y tampoco Xavi Pascual estuvo muy acertado en la dirección.

Navarro (4 puntos, 0/6 en triples) falló dos tiros decisivos. Después admitió que el equipo se había relajado, "sobre todo en la segunda parte" e insiste en que no puede volver a pasar. "Hemos anotado solo once puntos en el último cuarto", ha dicho.

Brad Oleson, de los pocos que se salvó ayer, erró un lanzamiento para forzar la prórroga. El Barça se sustentó en el poderoso juego interior de Joey Dorsey (20 puntos, 23 valoración) y con la fortaleza de Kostas Papanikolaou, pero al Barça le falló continuidad.

"Aún tenemos ventaja, tenemos que prepararnos bien. Fue una derrota muy dura, tenemos que levantarnos", ha dicho Ante Tomic, quien se cargó muy rápido de faltas y no firmó un buen partido.

Los azulgranas buscarán decidir mañana y no pueden volver a jugar con fuego, porque una nueva victoria del Valencia retornaría la serie semifinal a la Fonteta.