Representantes de los comités de centro de los aeropuertos Tenerife Norte y Tenerife Sur se concentraron ayer ante el Parlamento de Canarias para mostrar el rechazo a la privatización de Aena de los más de 500 trabajadores que suman ambas instalaciones. El presidente del colectivo en el Reina Sofía, Rufino Acosta, aseguró que esa medida "es más grave que lo del petróleo", en alusión a la polémica suscitada con las prospecciones petrolíferas en las proximidades del Archipiélago.

Acosta señaló que mientras este grupo de empleados del ente público permanecían a las puertas de la Cámara regional, "por delante de nosotros pasaban los políticos y seguían como si este asunto no les importara". Es más, "no nos hacen ni caso".

Sin embargo, enumeró las consecuencias que la privatización de Aena tendría para la Isla y la Comunidad Autónoma. Entre ellas mencionó un fuerte incremento de las tasas aeroportuarias en los próximos años, al igual que sucedió tras la liberalización de sectores como la electricidad, el agua y la telefonía; el drástico empeoramiento de la calidad y seguridad del servicio público, con el consiguiente incremento de las reclamaciones de los usuarios de los aeropuertos, así como la supresión de las rutas que no sean rentables económicamente para los inversores, aunque sí lo sean social y económicamente para el entorno y los ciudadanos a los que se debe garantizar la movilidad y conectividad.

En el aspecto laboral, el presidente del comité de centro de Aena en el Tenerife Sur aludió a "la pérdida de empleo y precarización del trabajo en el sector", además del "cierre de instalaciones no rentables, instalaciones que son necesarias especialmente en un territorio fragmentado en el que los ciudadanos deben trasladarse de modo habitual para realizar trámites administrativos, acudir a consultas médicas y realizar estudios", entre otras cuestiones.

"No somos moneda de cambio", manifestó Rufino Acosta, quien aseguró que la cifra de trabajadores de Aena, únicamente, afectados por una privatización de la empresa sería de más de 1.200 en Canarias, más de 500 en Tenerife. A esa cifra deben sumarse otras directamente relacionadas con la actividad aeroportuaria y los indirectos que ello genera, por lo que la elevó "a más de 100.000 empleos en el Archipiélago".

Los comités de centro de los aeropuertos Tenerife Norte y Tenerife Sur aseguran que su protesta no solo tiene un carácter reivindicativo laboral, "de defensa de la estabilidad en los puestos de trabajo", sino que "va más allá y se trata de defender el servicio que se presta a los canarios, en general, y a los tinerfeños, en particular, sin que las decisiones políticas pongan en riesgo lo que tanto nos ha costado a todos. Es más, "no se explica esta medida cuando países de primer nivel copian el modelo aeroportuario español".