Vicente del Bosque, seleccionador español, remarcó que su equipo no ha hecho "nada malo ni nada grave", sino sólo una "cuestión deportiva de jugar mal el segundo tiempo", por lo que reclamó "cabeza arriba y a pelear el próximo partido", en un discurso de "normalidad y templanza".

Con el 1-5 de Holanda en el ambiente, una derrota tan imprevista como contundente, en el primer encuentro del Mundial de Brasil 2014, con un gesto de naturalidad, compareció el técnico ante la prensa en el día después de la goleada.

"Venir es una señal de normalidad. Estamos saliendo de la desazón que nos inundó a todos después de una derrota tan dura. Queremos transmitir la mayor confianza", comenzó.

"Estamos saliendo de la desazón de ayer. Me reía por fuera, pero por dentro estaba cabreado. Estamos muy disgustados, pero esto es un deporte y cualquier deportista se supera ante la adversidad. No hemos hecho nada malo ni grave, una cuestión deportiva de jugar mal el segundo tiempo, así que la cabeza arriba y a pelear el próximo partido (ante Chile)", explicó con su habitual tono tranquilo.

"La normalidad es lo mejor que hemos tenido cuando hemos ganado; la templanza para asumir con tranquilidad la victoria y la derrota sabiendo lo que hemos hecho mal. El deporte nos da oportunidad de rehacernos. Cuando vengo a rueda de prensa, mi cara no denota la victoria ni la derrota. Me gustaría que en los jugadores fuese igual", añadió.

Del Bosque entiende la crítica de la prensa tras el 1-5. "Estando en el mundo es muy difícil estar aislado, estamos en permanente contacto con la actualidad. Nadie va a pensar que después de un 1-5 no hay crítica. Me gustaría pedir un pelín de respeto, pero es lógico que haya crítica. Ellos (los jugadores) no deben estar fuera del mundo. No sería bueno aislarse. No os dejamos entrar en hotel porque sería un caos, pero por mí no habría ningún problema", declaró.

"Cada uno es libre de escribir y decir lo que quiera. Hemos cumplido los últimos años, ayer estuvimos muy mal, admitimos la crítica contra el entrenador, el primero, y los jugadores. Si en lo ocurrido ayer hubiésemos estado en la playa me habrían puesto a parir con toda razón, pero el que gana no pasa nada", aseguró.

Después de recordar que tenía un entrenador que cuando ganaba entraba "cabreado al vestuario" y cuando perdía "entraba como si hubieran ganado 4-0", sin concretar quién era, desveló que vio de nuevo anoche el partido a la llegada del equipo a la concentración en la ciudad deportiva del Atlético Paranaense en Curitiba (Brasil).

También se puso a ver en diferido el encuentro de sus dos próximos rivales, Chile y Australia, aunque se quedó dormido después tras ver una parte. "He dormido toda la noche con la televisión puesta", dijo el entrenador, que también remarcó que su equipo estaba preparado para lo que se iba a encontrar frente a Holanda.

"Teníamos perfectamente valorado lo que significaba jugar contra Holanda. Sabíamos la amenaza permanente con los hombres de arriba de Holanda, con conducciones y balones a la espalda. No fuimos capaces de contrarrestarlo", admitió el entrenador, que apuntó: "No soy partidario de hacer mucha herida cuando hay un problema".

"Quiero ser más positivo y quedarnos con el primer tiempo que hicimos. No estuvimos brillantes en la primera parte, pero encontramos toque y nos pusimos por delante. Todo marchaba decentemente", declaró Del Bosque, que ya en el primer tramo del choque detectó algunas acciones en las que su rival generó peligro.

"En el primer tiempo hubo dos jugadas que estamos en el límite del fuera de juego. Fueron dos amenazas que nos advirtieron del peligro. Lo había hablado con Toni (Grande, su segundo técnico) de decirlo en el descanso. la mala fortuna es que pasó en el minuto 44 con un centro perfecto. Alguien tuvo que cortarlo, sí, pero fue un centro perfecto y Van Persie es un excelente jugador. Sabíamos que eran delanteros con movimientos muy difíciles y peligrosos. Tenían todo preparado para cogernos la espalda", analizó.

Luego llegó la desorganización de su equipo. "En el afán de querer hacer las cosas rápidas acabamos tan desordenados que sufrimos un duro castigo, pero no hurgo en la herida de los jugadores cuando son conscientes de lo que ha estado mal", apuntó.

"Debemos recomponernos. Hubo desorganización en el centro del campo que ya nos pasó algunas veces. Cuando nos hemos puesto en contra del marcador, en el afán de querer hacer cosas rápidas nos desorganizamos. Nos pasó en Lisboa y Argentina, en amistosos. Son los tres más significativos que hacen las derrotas más dolorosas por lo abultado", prosiguió el técnico ante los medios de comunicación.

"Estamos mal acostumbrados a ir siempre a favor y a veces antes de empezar el partido siempre digo: ''cuidado, que algo puede alterar nuestros planes y debemos estar preparados para la adversidad''. No es fácil. En los partidos de Lisboa o Argentina, en ese afán de ir a por la remontada nos desorganizamos y perdimos agresividad", dijo.

Del Bosque, que insistió en que a Diego Costa "no le afecta para nada el ambiente en la grada" contra él y que es un jugador de "un rendimiento seguro", ya mira al siguiente duelo contra Chile: "Me preocupa el partido más que el estado anímico de nuestros jugadores, que tienen suficiente experiencia como para no impresionarse por nada y no unir el último partido con el siguiente".