El secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ferre, ha subrayado hoy que el Gobierno está abierto a analizar y a "escuchar" las propuestas de los sindicatos en torno a la idea de gravar las indemnizaciones por despido que consta en el anteproyecto de reforma fiscal .

"La idea es vernos con ellos pronto y ver las alternativas", ha dicho Ferre tras participar en unas jornadas sobre sector público del IESE, preguntado por la polémica suscitada por el anuncio de que las indemnizaciones a partir de 2.000 euros por año trabajado pagarán IRPF.

Aunque ha recordado que si se aplicara la regla que se propone en el anteproyecto más del 80 % de las indemnizaciones seguirían exentas, y por eso se hizo el umbral de esa cifra, ha recalcado que "sí hay posibilidad de analizarlo".

No obstante, ha incidido en que "hay que entender que soluciones fiscales para unos cuantos tienen que superarse a cambio de que la mayoría, 20 millones de contribuyentes, paguen menos impuestos".

El efecto recaudatorio de la medida no se conocería hasta que dentro de unas semanas se remitan los anteproyectos de ley -ya proyectos- a las Cortes, acompañados de sus memorias económicas respectivas.

En una comparecencia anterior, el director general de Tributos, Diego Martín-Abril, ha dicho que la idea es que a finales de julio se aprueben los distintos proyectos para remitirlos a las Cortes.

IRPF, IVA y sociedades se tramitarían en septiembre, octubre y noviembre y la ley general tributaria tendrá otros plazos "más pausados".

En cuanto al efecto de las reformas, y sin poder ofrecer datos más precisos, ha asegurado que para rentas de menos de 50.000 euros se mejora la tarifa de IRPF en relación a 2011 y a partir de ahí "ya no se mejora, la diferencia es muy reducida, pero no mejora".

Por otro lado, Ferre ha insistido en que los objetivos de déficit con esta reforma son "perfectamente alcanzables".

"Para el Gobierno no hay preocupación, al contrario, cuando remitimos el programa de estabilidad a las autoridades comunitarias ya se estaba incluyendo el impacto en recaudación de la reforma fiscal", ha reiterado, lanzando un "mensaje de tranquilidad".

Además, ha recalcado que ayer la Comisión apuntó aspectos positivos, "alabó la bajada importante del IRPF y sociedades" y reconoció la "bondad" de ese tipo de medidas porque estimulan el crecimiento económico.

En otro momento de las jornadas, el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, ha recalcado que el objetivo de la reforma de la administración pública que se prepara es "racionalizar sí, recortar por recortar no".

Pero incluso esa tarea se presenta "titánica", ha admitido, ya que "somos el país más conservador que existe en lo que se refiere al statu quo", a excepción de los ciudadanos, que quieren saber "a quién pagan impuestos y para qué".

En este área, Martín-Abril ha explicado que existen 71 impuestos medioambientales autonómicos que podrían modificarse cuando se aborde la reforma de la fiscalidad regional.

En el ámbito local, también en la segunda fase de la reforma fiscal, hay una comisión de estudio sobre circulación de vehículos en el que también podrían entrar temas medioambientales.

Además, el director de análisis de política económica del Banco de España y miembro de la "comisión Lagares" para la reforma fiscal Pablo Hernández de Cos, ha recordado que la propuesta de los expertos para solucionar el problema de la baja recaudación era incidir en la tributación indirecta y en unas exenciones y bonificaciones que "suponen pérdidas recaudatorias muy elevadas" y "elevadas distorsiones".

Por otra parte, el subsecretario de Economía y Competitividad, Miguel Temboury, ha concluido que "pronto la crisis será un triste recuerdo que ha quedado atrás".

A su juicio "buena parte de la batalla por el euro se ha librado en España" y Europa se ha beneficiado del "rigor de las políticas de saneamiento" en este país, que era "el gran enfermo y la gran incógnita" hasta que superó "con éxito" la situación.