"La intención es rehabilitar este símbolo histórico y patrimonial de Santa Cruz, ubicado en el entorno de un BIC con una obra que permita a la vez aliviar el problema hidráulico que su ubicación en la desembocadura del barranco de Santos ha originado en el momento de las grandes avenidas y riadas, la última en 2010". Estas palabras del presidente del Cabildo, Carlos Alonso, resumen la filosofía de la actuación sobre esta antigua infraestructura, lugar de paso y referencia para los vecinos de la capital tinerfeña desde su construcción a finales del siglo XIX.

El Consejo Insular de Aguas (Ciatf) llevará a cabo la obra, fruto del consenso entre las dos administraciones implicadas: Cabildo y Ayuntamiento de Santa Cruz. Esta palabra, consenso, ha sido clave para descartar la posibilidad inicial del derribo y optar por su restauración. Y en ese consenso ha sido clave, una vez más, la intervención de la Tertulia del 25 de Julio, siempre vigilante en los asuntos patrimoniales, cuyos miembros acudieron ayer al acto de "puesta de largo" del puente.

Además del presidente del Cabildo Insular de Tenerife, acudieron a la cita el alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez y el consejero de Aguas, Jesús Morales, acompañados por otros representantes insulares y municipales, así como por los técnicos del proyecto.