El precio del uso del móvil para conectarse a internet en otro país de la Unión Europea (UE) (en itinerancia o "roaming") se reducirá a la mitad a partir del próximo martes, hasta 20 céntimos por megabyte, frente a los 45 céntimos que cuesta ahora.

Se trata de la tercera rebaja de precios impulsada por la Comisión Europea (CE), tras las aplicadas en 2012 y 2013, acordada como paso intermedio hacia la liberalización completa del mercado que equiparará las tarifas en toda la UE.

Efectuar llamadas desde el móvil en otro Estado miembro también resultará más barato, un 21 %, (19 céntimos por minuto, en lugar de 24), y recibirlas costará 5 céntimos, frente a los 7 céntimos actuales (una rebaja del 28,5 %).

Los mensajes de texto se abaratarán un 25 % al pasar a costar 6 céntimos, frente a los 8 céntimos que valían ahora.

Los operadores móviles en Europa podrán además ofrecer a sus clientes un plan específico de itinerancia antes de salir de viaje y, en ocasiones, permitirles que elijan un operador móvil local para servicios de datos como enviar correo electrónico, leer prensa en línea, subir fotos o contemplar vídeos en el país visitado.

La comisaria europea de Agenda Digital, Neelie Kroes, celebró esta semana la nueva rebaja, pero consideró que no es suficiente y que los países de la UE deberían dar los pasos necesarios para que la eliminación completa del "roaming" pueda materializarse a finales de año.

La Unión Europea (UE) comenzó a tomar medidas para reducir los precios del uso del móvil en el extranjero en 2007, y el resultado es una reducción del 80-90 % en el conjunto de servicios de itinerancia en 2014 en comparación con 2007.

Según un eurobarómetro publicado en febrero, cerca de la mitad de los europeos, el 47 %, no utiliza nunca su teléfono móvil para conectarse a internet cuando se desplaza a otro Estado miembro por temor a recibir un recargo demasiado alto en su factura, mientras que un 94 % limita el uso a través de su móvil de servicios como Facebook.

El Ejecutivo comunitario cree que las empresas de telecomunicaciones tienen el potencial de ganar 300 millones de clientes si suprimen las tarifas de itinerancia; sin embargo, las medidas progresivas de reducción han provocado numerosas críticas en la industria.

Bruselas insiste, no obstante, en que el temor a usar el móvil en otros países de la UE supone costes suplementarios para millones de empresas y también una pérdida de ingresos para el sector de los desarrolladores de aplicaciones móviles, en particular de las dedicadas a fotografía, mapas y guías de viaje.

Asegura además que desde que la UE introdujera límites de precios en relación con la itinerancia de datos, "el consumo ha aumentado de manera espectacular", pero alerta de que el mercado no ha sido capaz de traducir en beneficios la creciente demanda, sino que se han registrado una disminución de los ingresos en términos reales y en relación con los mercados estadounidense, asiáticos y otros.

La Comisión presentó en septiembre de 2013 una propuesta que combina reglamentación e incentivos para implementar un "mercado único de telefonía y navegación por internet" en la UE, que actualmente es tramitada por el Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión (en el que están representados los Gobiernos de los Veintiocho).

Bruselas sugirió entonces que los recargos por itinerancia desapareciesen en 2016 o incluso antes, si fuera posible.

El PE ya se mostró en abril partidario de que desde el 15 de diciembre de 2015 se supriman las cargas por "roaming" y que se apliquen las mismas tarifas móviles por llamada o conexión de datos a los usuarios independientemente del país de la UE en que se encuentren.