Miguel Concepción ha rechazado el mejor futuro posible para el CD Tenerife. Después de meses de negociaciones, se ha negado a dar un paso al costado pese a la existencia de un proyecto sólido, de una alternativa viable, tal y como él mismo había solicitado. Un fondo de inversión con capital europeo quería hacerse con el control de la entidad, pero el empresario palmero ha considerado que no era la mejor solución.

Con el exjugador blanquiazul César Gómez como padrino, este grupo estaba dispuesto a poner sobre la mesa una cantidad de dinero suficiente para acabar con la deuda blanquiazul. Tal era el punto de partida, pero no el final. Durante las conversaciones, que arrancaron en el segundo semestre de 2013, la propuesta fue mejorando paulatinamente hasta convertirse en irrechazable. Pero por razones que el propio Concepción deberá explicar, su respuesta final ha resultado negativa.

El proyecto de los compradores pasaba por controlar el mayor volumen accionarial posible, liquidar la deuda e iniciar un proyecto basado en dos etapas. La primera, a corto plazo, pasaba por llevar al Tenerife a Primera División. La segunda, a medio plazo, por situar al equipo insular entre los mejores de España. Las negociaciones, llevadas en el más absoluto sigilo, contaron con la predisposición inicial del máximo mandatario. Pero con el paso del tiempo surgieron las trabas y los retrasos hasta que, durante el presente mes de junio, se dieron por rotas.

César Gómez, que se ha mostrado crítico en la última década con la escasa ambición mostrada por los dos consejos de administración del Tenerife (tanto el liderado por Pérez Ascanio como el actual de Concepción), no quiso quedarse en palabras. Buscó soluciones y halló este fondo de inversión para relevar a los actuales dirigentes con unas garantías económicas que no dejaran margen alguno de duda.

Pese a este idílico panorama, Concepción ha preferido mantener el gris presente actual. Con problemas de liquidez, la Liga de Fútbol Profesional (LFP) poniendo obstáculos a un aumento de presupuesto deportivo y el traspaso de Ayoze Pérez tapando los números rojos del ejercicio 13-14, el empresario palmero se aferra al cargo. Está convencido de que el mejor plan pasa por su continuidad… y por el ascenso a Primera. En ello pondrá su empeño. Pero ya no puede decir que nadie, con solvencia suficiente, ha querido sustituirlo al frente del CD Tenerife.