El británico Andy Murray y el serbio Novak Djokovic, finalistas el año pasado, cumplieron hoy los pronósticos al alcanzar los cuartos de final del torneo de Wimbledon, donde se medirán respectivamente con el búlgaro Grigor Dimitrov y con el croata Marin Cilic.

En una jornada lluviosa en el All England Club de Londres, donde no faltaron aficionados degustando fresas con nata, paraguas en mano, ambos cantaron victoria bajo el techo retráctil de la pista central.

Murray volvió a ganar en tres sets, esta vez al sudafricano Kevin Anderson por 6-4, 6-3 y 7-6 (6), en dos horas y 32 minutos, y selló su pase a cuartos por séptimo año consecutivo.

Aclamado por su público incondicional, a los nueve minutos de partido el escocés ya le rompió el servicio a Anderson, vigésimo cabeza de serie del torneo y número 18 del ránking ATP, y encarriló la victoria del primer parcial.

Anderson empezó inseguro el segundo set ante la superioridad de la que hacía alarde Murray sobre la hierba de la pista central, en la que se llevó el oro en Londres 2012 y se proclamó ganador del título el año pasado.

Incapaz de darle la vuelta al marcador, el sudafricano asumió la pérdida del segundo set, interrumpido a la mitad para cubrir la pista por la lluvia, y también la del tercero, en el que cedió en el desempate.

"Me siento bien", afirmó Murray en la rueda de prensa posterior al duelo. "No he jugado demasiados partidos largos. Este ha sido el más largo. Me siento bien físicamente, me he estado moviendo bien y mentalmente todavía no he tenido que emplear mucha energía, aunque sé que eso está por llegar. Pero sí, ha sido un buen inicio de torneo", añadió el escocés.

También cosechó una victoria sencilla Djokovic, frente al francés Jo-Wilfried Tsonga, al que venció por 6-3, 6-4 y 7-6 (5), en una hora y 52 minutos.

El francés, que claudicó en los dos primeros parciales sin oponer mucha resistencia, se despertó para el tercer set y luchó sin éxito en el desempate hasta el punto y final.

"Especialmente en el tercer set empezó a servir muy bien, muy eficientemente, pero yo tuve una oportunidad en el desempate y la aproveché. Me he sentido bien, he tenido dos días para descansar y recuperarme un poco después de una primera semana con partidos duros, especialmente el que jugué contra (Radek) Stepanek, y eso ha sido importante para enfrentarme a Jo", explicó Djokovic al final del partido.

De los partidos que se aplazaron el sábado por la lluvia que caía al suroeste de Londres, destacó la victoria del español Feliciano López, número 26 de la ATP, que tumbó al noveno favorito del torneo, el estadounidense John Isner, por 6-7(8), 7-6(6), 7-6(3) y 7-5, en dos horas y 50 minutos.

Con la salida de Isner, el hombre que ostenta el récord del partido más largo de la historia del tenis -11 horas y cinco minutos, en 2010-, Wimbledon se queda sin tenistas estadounidenses en octavos de final, algo que no ocurría desde 1911.

López se enfrentará en la siguiente ronda al suizo Stanislas Wawrinka, quinto cabeza de serie en Londres y campeón del último Abierto de Australia, al que ha ganado dos veces en cinco duelos entre ambos.

Wawrinka, que recuperó hoy el partido aplazado del sábado, pasó de ronda al batir al uzbeko Denis Istomin, por 6-3, 6-3 y 6-4, en más o menos hora y media, pero se mostró molesto en la rueda de prensa posterior al encuentro porque la organización de Wimbledon posponga partidos sin consultar a los jugadores.

"Estoy acostumbrado a que esto ocurra aquí. Solo hacen lo que creen que es bueno para ellos, no escuchan al jugador", afirmó Wawrinka, quien se presentó en la sala de prensa con una camiseta roja con un eslogan que decía "Stan the Man", lo que rompe el tradicional código formal de vestimenta del torneo.

También incumplió esa habitual etiqueta una de las promesas del campeonato, la canadiense Eugénie Bouchard que, tras ganar por 7-6 (5) y 7-5 a la francesa Alize Cornet, acudió a la sala de prensa vestida con un quimono.

Bouchard todavía no sabe a quién se enfrentará en cuartos de final, pues el partido entre sus potenciales rivales, la rusa Maria Sharapova -quinta cabeza de serie del torneo- y la alemana Angelique Kerber, fue suspendido por la lluvia y pospuesto hasta mañana.