Gran Canaria ha asistido a la apertura de los dos primeros guachinches de la isla, tal y como ha confirmado el consejero de Agricultura, Ganadería y Pesca del Cabildo de Tenerife, José Joaquín Bethenocurt, a Rafael Luzardo, autor del libro ''¡Vamos de guachinches!''.

En una entrevista a la ''Cadena Ser'' recogida por Europa Press, Luzardo ha destacado que la cultura de los guachinches "la han creado los agricultores de nuestra tierra" y ha querido recordar que son establecimientos "únicos" de la isla de Tenerife, donde se sirve comida y vino de la tierra a precios populares.

El también periodista explicó que los guachinches suelen ser "mucho más baratos" que un restaurante, una tasca o un bodegón, y en ellos se ofrece "la comida de antaño, de la abuela, la comida tradicional", platos como el pescado salado, el escaldón, las garbanzas o la carne fiesta que "ya no se ven en la gran ciudad, así como el buen vino".

Rafael Luzardo quiso recordar que el guachinche nace como una obligación para vender el excedente de vino, buscando siempre la calidad del vino de cosecha propia, y criticó cómo esta palabra está siendo "manipulada y utilizada" por casas de comida que son restaurantes, algunas de las cuales, dijo, son las mismas que estaban denunciado a los propios guachinches.

El autor también reconoció que desde hace varios años el nombre ''guachinche'' ha sido un "reclamo" para mucha gente, de ahí que algunos se hayan "aprovechado" de este término para "abrir un local y traer el vino de fuera, por ejemplo de Chile, o la uva de la Peninsula, diciendo luego que es vino de la isla".

Además, comentó que el guachinche no debe estar abierto más de cuatro meses porque lo máximo que se puede producir en un año está entre los 6.000 y 12.000 litros de vino, lo suficiente para cubrir el periodo de apertura al público.

PRESENTACIÓN DEL LIBRO

El autor presentará la segunda edición de su libro mañana domingo en el Mercado Nuestra Señora de África, una publicación que ya se distribuye en algunos países de Latinoamerica, así como en Madrid, Valencia o Granada, y que se va a traducir al alemán y al ingles.

Luzardo ha explicado que este libro lo ha hecho como "homenaje a la gente que está todo el año trabajando la tierra, elaborando su vino y que nunca ha tenido protagonismo especial a pesar de que nosotros vamos a sus establecimientos atraídos por su comida y sus excelentes vinos. comer y a disfrutar de su buen vino".