La historia no ha terminado. Falta, al menos, un acto más. Miguel Concepción retó con vehemencia a César Gómez en la rueda de prensa del pasado viernes para que presente ante notario la oferta con la que el grupo al que representa pretende entrar a dirigir al Tenerife. Fue un desafío en público, que dejó la pelota en el tejado de César Gómez.
El exjugador no ha entrado al trapo con declaraciones, pero sí ha decidido seguir adelante. Solo hay un paso posible y lo va a dar esta misma semana. La fecha señalada en principio es la del próximo martes. César Gómez va a plantear, en una reunión que se celebrará en España con los dos socios del grupo inversor germano-suizo, la posibilidad de llevar a una notaría un aval por el importe aproximado de la cantidad que se ha manejado durante esta semana, los 30 millones de euros, para materializar de esta forma la oferta y dar respuesta al presidente.
El reto que se le presenta a Gómez es convencer a Wierig de que lo vuelva a intentar, después de que su intención haya sido rechazada por el club la primera vez. Concepción les cerró la puerta cuando le comunicó al exjugador que no aceptaba su propuesta y que la negociación estaba rota. Ahora hay que saber si los inversores insisten en su primera intención, por la que uno de ellos incluso llegó a negociar personalmente en la Isla.
Si deciden retirarse de esta operación, habrá acabado el asunto, que dejaría en el aire tantas dudas como cosas se han quedado sin contar del desarrollo de estas negociaciones, que se prolongaron por espacio de varios meses. La otra opción, la de que los inversores acepten cumplir con el requisito y le den a César la posibilidad de ofrecer una nueva rueda de prensa esta misma semana para presentar el aval solicitado, abriría una situación de consecuencias imprevisibles para el futuro del Tenerife a corto plazo.
Fue el propio Miguel Concepción quien marcó los próximos plazos. Un mes para recibir la respuesta de los inversores y, si llega, dos meses para convocar una junta y poner las urnas, como antaño.