En el marco del proceso judicial abierto en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Granadilla de Abona por los presuntos delitos de cohecho, prevaricación y fraude en adjudicación de contratos en el Ayuntamiento de Arico, ayer se puso de manifiesto que el sistema empleado en la contratación de obras por parte del gobierno municipal del mandato anterior terminó con la llegada a la Alcaldía de Olivia Delgado (PSOE), tras las elecciones celebradas en 2011.

Dos fueron los ejemplos expuestos. En ambos se produjo un ahorro importante económico toda vez que fueron dos obras que estaba previsto licitar por importe de 208.000 euros cada una y que, finalmente, fueron adjudicadas por 123.000 y 150.000 euros.

El actual concejal de Urbanismo y exedil de Obras, Álvaro Arbelo; el exalcalde Eladio Morales (aunque su implicación parece menos probable); un ingeniero, un empresario hindú y su esposa están imputados por delitos de cohecho, fraude y prevaricación en este caso.

Una investigación de la Guardia Civil concluyó que durante el mandato pasado se adjudicaron varias obras a un mismo empresario, quien reconoció ante el juez que su sociedad carecía de medios materiales y humanos para acometer tales trabajos, por lo que subcontrataba.

La Policía Judicial de la Guardia Civil especificó en su informe que el entonces concejal de Obras tuvo importantes ingresos de procedencia desconocida. El juez trata de aclarar si lo recibió por estas adjudicaciones de obras.

El letrado de la acusación, Felipe Campos, no se explica "cómo Clavijo y Morales mantienen a Arbelo como concejal".