Hace apenas un mes que Urbaser Jardines, la empresa concesionaria del mantenimiento de los espacios verdes del municipio de Santa Cruz, se ocupa con personal propio de La Granja, el segundo gran parque de la ciudad tras el García Sanabria. "Hay mucho que hacer, pero la gente nos para y nos dice que se nota ya una mejoría", afirma el anfitrión de El Día en el recorrido por este "pulmón verde" de la capital tinerfeña.

De los 64.310 metros cuadrados del espacio, diseñado entre 1969 y 1976, unos 40.000 están ocupados por césped. Sus caminos de asfalto y tierra batida, delimitados por las avenidas de Madrid, Bélgica y Benito Pérez Armas, los transitan a diario cientos de personas para hacer deporte o por simple ocio.

"Hay dos operarios fijos y un encargado, además de un equipo específico de césped dos veces por semana y otro de poda cada siete días. Por la noche, otro grupo para tratar los árboles. De seis y media de la mañana a dos y media de la tarde y de diez de la noche a seis de la mañana. Además, utilizamos miles de litros de agua depurada para regar", explican.

Para trabajar cuentan con vehículos de diferentes tamaños y material de jardinería como cortacésped, podadoras o desbrozadoras, estas últimas para delimitar el césped alrededor de los caminos de tierra que marcan grandes piedras, "una característica singular".

El botellón de cada fin de semana, "castiga el césped, aunque no es una superficie delicada e invita al uso en familia o grupo".

Otro "problema" son los perros, o sus dueños, aunque "el parque también está pensado para ellos y esperamos tener pronto un perímetro específico", apostillan. "Hay una ordenanza y sanciones para quien no cumpla". Un ejemplo reciente: 2.404 euros de multa al propietario de un staffordshire terrier por llevarlo sin bozal ni documentación.

La Granja tiene 518 ejemplares de especies vegetales. Palmeras canarias y del aceite, laureles de Indias... Pero "la estrella" es un gran eucalipto ubicado en el margen que da a la avenida de Bélgica. "Hay que tener cuidado al tratarlos porque algunos han crecido de forma anárquica y otros están muy cerca de la carretera o débiles. Intentamos mimarlos y hacer un diagnóstico de cada uno".

Para acabar, lo mejor y lo peor de La Granja: "El diseño uniforme es positivo para optimizar recursos y la densidad vegetal la adecuada porque crea espacios diáfanos. Lo más difícil , el mantenimiento. Son seres; vegetales, pero seres y muy delicados".