El diputado madrileño Pedro Sánchez ganó ayer la consulta entre las bases del PSOE y será el nuevo secretario general de los socialistas en sustitución de Alfredo Pérez Rubalcaba, según anunció el secretario de Organización, Óscar López, con el 88 por ciento de los votos escrutados, de los que había conseguido el 48,7% (56.409).

En la jornada electoral de los socialistas, en la que participaron más de 125.000 militantes -lo que supone más de 66%-, Sánchez se impuso a sus dos rivales, el diputado vasco y secretario general del Grupo Socialista en el Congreso, Eduardo Madina, que reunió el 36,14% de los apoyos (41.835 de los votos), y al granadino José Antonio Pérez Tapias, que sumó el 15,13% de los votos (17.506).

El ganador de la consulta a las bases del PSOE para liderar el partido, Pedro Sánchez, prometió unidad y ofreció a sus dos contrincantes que formen parte de su futura Ejecutiva.

"No sobra nadie, al contrario, falta gente. Y todo aquél que quiera arrimar el hombro va a contar con este secretario general", proclamó Sánchez en una comparecencia ante militantes en la sede federal de Ferraz, donde estuvo acompañado por el todavía líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, así como por Madina y Tapias.

Muy agradecido, prometió una Ejecutiva que "va a estar tan a la izquierda como la militancia de base". Además, repasó algunas de las propuestas que formuló durante la campaña, como la laicidad del estado y la lucha implacable contra la corrupción, y tuvo palabras de recuerdo para los jóvenes que emigraron del país para buscar un trabajo.

A su juicio, los españoles volverán a confiar en los socialistas si son "audaces" en sus propuestas para resolver los problemas de la sociedad y "coherentes" en el ejercicio de la actividad política, algo a lo que él se ha comprometido.

Después de la consulta a las bases, se mostró convencido de que los socialistas son "más fuertes y orgullos" que ayer y saben que si trabajan "todos juntos el futuro de España está en manos del PSOE". Sánchez dijo que para cambiar el PSOE lo primero es recuperar la "seña de identidad" de un partido que siempre ha "aspirado a gobernar y no se ha contentado con protestar".

Alfredo Pérez Rubalcaba destacó que al ganador de la consulta le cabe el "orgullo" de ser el primer secretario general elegido por los militantes y le aseguró que, a partir de este momento, tiene ya el apoyo del cien por cien del partido. También a agradecido a Madina y a Tapias su "magnífica tarea" y a los casi 130.000 afiliados su participación en la consulta.

El diputado madrileño Pedro Sánchez ganó en Canarias con el 53,7% de los apoyos, frente al 32,6% de Eduardo Madina y el 13,6% de José Antonio Pérez Tapias, una vez escrutados el 98,7% de los votos.

Por provincias, en Las Palmas, con el 100% escrutado, venció Sánchez con el 55,2% de los votos, por delante de Madina (33,1%) y Pérez Tapias (11,4%). Mientras, en Santa Cruz de Tenerife, con el 97,6% escrutado, también Sánchez fue el más votado con el 52,5% de los votos, seguido de Madina (32,4%) y Pérez Tapias (15,01%).

Iceta lidera el PSC con el respaldo del 85% de votos

El diputado en el Parlament Miquel Iceta fue elegido nuevo primer secretario del PSC, con el 85,04% de los votos, en unas primarias en las que se presentaba como único candidato, ya que fue el único aspirante capaz de reunir los avales necesarios. Tras conocer los resultados, Iceta afirmó que "el PSC ha hablado en un proceso con total transparencia. Hoy, el PSC ha decidido que yo sea la persona encargada del liderar el partido. Me tomo este voto en un sentido de responsabilidad. Muchos socialistas nos han dicho que nos tenemos que poner en marcha".

La jornada electoral se desarrolló sin incidencias entre las 10 y las 20 horas de ayer y los militantes y miembros de las juventudes del partido votaron en 155 mesas electorales repartidas por el territorio catalán.

Iceta, el nuevo máximo responsable del PSC, logró 8.156 votos (85,04%), por los 1.435 que hubo en blanco (14,96%) y los 72 nulos (0,75%), lo que supone una participación de 9.663 personas, un 46,98% sobre las 20.658 con derecho a voto (20.078 militantes del PSC y 580 miembros de las Juventudes).

En tan solo un mes Desconocido por buena parte del PSOE hasta hace sólo unos meses, Pedro Sánchez se ha ido convirtiendo en el imán de una mayoría heterogénea a la que se han sumado las bases del partido. El candidato que el mes pasado contaba únicamente con el apoyo del 10% de los militantes (frente al 41% de Madina y el 22% de Pérez Tapias, según el barómetro de las bases del PSOE del 16 de junio), es desde ayer el líder elegido para devolverles la esperanza. Kilómetros y telegenia La preparación y eficacia del diputado madrileño son ya tan conocidas como su atractivo y telegenia, las mayores bazas de quien anunció su candidatura ofreciendo "unidad" y "cambio" para convertirse en la amalgama del socialismo español en sus horas más bajas. A su 42 años, Pedro Sánchez dijo que sería el "candidato de la carretera" y lo ha sido. Antes de confirmar sus aspiraciones, ya había recorrido 30.000 kilómetros durante ocho meses en su Peugeot 407 para darse a conocer a los afiliados, pero en el último mes ha dormido en sus casas, les ha hablado, les ha besado y hecho fotos con ellos. Imán de mayorías Su fuerza como imán de mayorías atrajo más avales hacia él que la suma de sus dos contrincantes: 41.338 firmas (25.238, Madina y 9.912, Pérez Tapias) que le situaron como favorito en 12 de las 17 comunidades autónomas, entre ellas en Andalucía, la más numerosa e influyente, donde ayer arrasó. Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Complutense de Madrid, máster en Economía Política Europea por la Universidad Libre de Bruselas y en Liderazgo Público por el IESE, Sánchez sabe inglés y francés. Trabajó un periodo corto de tiempo en el departamento de Relaciones Internacionales de la ONU y en el gabinete del Alto Representante de Naciones Unidas en Bosnia para el proceso de reconstrucción y fue dos años asesor en el Parlamento Europeo. Esperando una vacante Con ese currículum, empezó a hacer trabajos como economista para el PSOE de los primeros años de Zapatero; estuvo con Trinidad Jiménez y fue concejal de Madrid y seguía trabajando para el entonces número dos del partido, José Blanco. En 2009 entró en el Congreso para ocupar la vacante que dejó Pedro Solbes, y aunque mejoró su puesto en la lista en la siguiente legislatura, tuvo nuevamente que esperar más de un año para volver al Congreso, en ese caso en sustitución de Cristina Narbona. Esa discontinuidad le llevó a ganarse la vida fuera de la política, trabajando de consultor.