El duro trabajo del campo, la fabricación de tejas en los viejos hornos, música canaria al son de las parrandas y una boda (el baile "de los de antes" se suspendió). Antes, palabra clave en el día que vivió Chirche, uno de los caseríos singulares del Sur de la Isla que todavía rezuma la vida de la primera mitad del siglo pasado. A las diez de la mañana de ayer el reloj se detuvo en el pasado. Y era la decimocuarta vez que lo hacía.

Porque ya son 14 las ediciones del Día de las Tradiciones. Olor a trigo, gofio y a café en pleno tueste previo a la molienda; el cultivo y la recogida del grano; el ordeño de cabras, el lavado a mano en los lavaderos de mediados del siglo XX, los patios y las casas como antaño... Dulces, licores, miel, talegas, zurrones, cestos y juguetes tradicionales. Chirche es, tal vez, el ejemplo más veraz de lo que fue la vida rural en el Sur tinerfeño hace unos 60 años.

Y si faltaba algo, una de las antiguas ventas del pueblo isorano escenificó por un día su frenética actividad de antaño ofreciendo de todo a los clientes: frutas y verduras frescas, desayunos y tapas a la antigua, como los sabrosos bocadillos de sardinas con tomate y cebolla, preparados con pan recién hecho en uno de los muchos hornos que aún conserva el pueblo.

Por esta iniciativa, el colectivo organizador, la Asociación de Vecinos San Felipe Neri, de Chirche, recibió, a propuesta del Ayuntamiento isorano, el Premio Tenerife Rural 2014 que concede la Fundación Tenerife Rural del Cabildo a la promoción y difusión de los valores del mundo rural de la Isla. El acto tuvo lugar el pasado febrero.

Aperos de labranza, especialmente de cultivo y recogida del grano, así como imágenes de la época integraron las exposiciones sobre la época que los visitantes conocieron ayer.

Pero esta edición contó con unos invitados especiales que llegaron de Gran Canaria. Concretamente, la Asociación Juvenil La Parada del Rincón, del municipio de Valsequillo, y la Asociación de Vecinos San Felipe Neri de Chirche establecieron un intercambio de experiencias. Ambos grupos, desconocidos entre sí, celebraban un Día de las Tradiciones en sus respectivos ámbitos. "En su afán por mostrar a las nuevas generaciones las vivencias y escenas cotidianas de antaño, como si de un museo vivo se tratase, el Día de las Tradiciones de Gran Canaria y Tenerife se conforma como el mejor reflejo de la forma de vida de nuestros abuelos a mediados del pasado siglo XX", dijeron.

El pueblo de Chirche fue de los primeros habitados de Guía de Isora y es un Bien de Interés Cultural (BIC) por el gran número de viviendas tradicionales en buen estado que conserva. Antes del desarrollo turístico del sur de Tenerife que despobló, prácticamente, a este pueblo de la medianía hacia la costa, destacaba la producción de vino, llegándose a denominar a toda esta zona como "la bodega de Guía de Isora" por los famosos caldos que producía.

Muy importante eran también los hornos de teja, siendo una de las localidades con más producción del Sur.

Hoy, los más de 200 habitantes de este hermoso caserío siguen mirando su pasado y manteniendo su idiosincrasia fomentando el Día de las Tradiciones de la mano de la Asociación de Vecinos San Felipe Neri.

Chirche está en el mapa. En la Isla, y fuera de ella, su nombre está vinculado a esta actividad. Ayer, en la edición que más curiosos ha registrado, muchos eran turistas alemanes, rusos, franceses, peninsulares. ¡Un éxito!