El Gobierno, en el primer informe anual sobre seguridad nacional, señala que la organización terrorista ETA "no tiene intención de disolverse sino que pretende perpetuarse como agente político e impulsar y favorecer la actividad de la izquierda abertzale". Así consta en el informe de seguridad nacional de 2013 que el director del Gabinete de Presidencia del Gobierno, Jorge Moragas, presentó ayer a la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados y que fue entregado a los grupos parlamentarios. El informe constata que la banda ETA se encuentra muy debilitada, así como el cese de la actividad terrorista que "parece firme, sin contestación interna ni riesgo de escisión a corto plazo". Sin embargo, señala que ETA "intentará potenciar su aparato político y mantener neutralizado el militar", una afirmación a la que se ha referido el portavoz del PNV en la comisión, Emilio Olabarria, quien ha asegurado que el informe "está preñado de valoraciones políticas, redactadas con manifiesta confusión político ideológica". Un informe constata que la banda se encuentra debilitada y el cese de su actividad terrorista Así, ha preguntado a qué se refiere el Ejecutivo con el "aparato político de ETA", si son "partidos legalizados" por el Tribunal Constitucional y el Tribunal Supremo que se situaban "bajo aquel aforismo perverso de que todo era ETA" o es que "ETA misma se intenta transmutar y convertir en un agente político". "Es exigible en un documento de seguridad y particularmente en este, mayores precisiones lingüísticas, pero sobre todo, ideológicas", concluyó el portavoz del PNV. Rafael Larreina, de Amaiur criticó que el informe no recoja que la banda ETA haya "decidido dejarlo definitivamente" y lo haya "hecho público".