"Hace cuatro años que no voy por esa tierra querida y no es porque no lo desee sino porque no ha habido ocasión hasta ahora. Creo que tiene que ver con la crisis económica porque antes nos llevaban sobre todo los ayuntamientos y ya no es así. Ahora, por fortuna, volvemos gracias a la iniciativa privada. Pero haber tardado tanto tiene su lado positivo. Ofreceremos al público de las islas el repertorio que quiera escuchar, estamos abiertos a ello. Desde mis canciones de siempre a temas nuevos o versiones de otros salseros ya fallecidos como Cheo (Feliciano), Tito (Puente), Celia (Cruz) o Héctor (Lavoe)". Lo asegura Óscar de León u Oscar D''León -"A mí me da igual, me vale lo mismo"- (Caracas, 1943). El "Sonero del Mundo" como se le conoce, cantará hoy en el Auditorio de Teror en Gran Canaria, desde las 21:00, y mañana, con inicio media hora más tarde en la plaza de Los Alisios (trasera del Auditorio) compartiendo escenario con un buen número de artistas locales.

El "Faraón de la Salsa" está de gira por Europa, donde visitará Holanda, Austria, Suiza, Francia y Alemania. En este último país, en concreto en la ciudad hanseática de Hamburgo, se encontraba el pasado martes cuando este periódico contactó con él telefónicamente. El venezolano fue protagonista del Carnaval de Tenerife durante varios años. Lo recuerda con cariño: "Espero que sigan viviendo la fiesta como entonces. La isla se prepara para ella y se disfraza todo el mundo. Es bonita esa algarabía y deseo que no se pierda nunca".

Cuestionado sobre su motivo preferido del Carnaval fue rotundo: "Creo que tiene que haber libertad y no marcar casi nada, que el pueblo lo haga y lo disfrute". Y sobre su disfraz, siempre pícaro "pese a" o tal vez "a causa de" sus 71 años recién cumplidos (el 11 de este mes), apunta entre carcajadas: "De malandrón (delincuente) para robarles todas las mujeres bonitas que tienen ustedes allí".

De León, un gran admirador de la mítica Billo''s Caracas Boys, que tantos éxitos brindó a Santa Cruz y a la Isla, o del cubano Benny Moré, se sorprende al escuchar que en la última fiesta, la del pasado febrero, la murga Los Diablos Locos le imitó dentro de una parodia con todos los grandes salseros que han pasado por Santa Cruz. Al respecto, señaló divertido: "Me complace la intención, pero ¿cómo lo van a hacer? Estoy preparado para todo. Tanto si quieren ellos cantar con su propia orquesta como si lo hacemos juntos con la nuestra. Seguro que nos vamos a divertir".

Cantautor, bajista ("el contrabajo es mi gran compañero de fatigas", valora), arreglista y productor musical, con más de cincuenta álbumes, varios discos de oro y un Grammy latino (recibido en noviembre de 2013 por su trayectoria musical), ha triunfado y recorrido el mundo entero con sus canciones desde hace casi cuarenta años. Empezó como profesional relativamente tarde, cerca de la treintena, pero el éxito fue inmediato, en su país y en toda Latinoamérica. Primero, con las orquestas Dimensión Latina y La Crítica, y desde finales de los años setenta con su propia formación. Pero eso no supone que haya perdido un ápice de humildad. La lleva por bandera, como la de su Venezuela natal, de la que espera "el mejor futuro entre todos" y por eso corta la entrevista para preguntar con cierta timidez: "Oiga, ¿el Islas Canarias tiene que tocarse siempre como un pasodoble o podríamos meterle otros ritmos? Con todo respeto, eh". La respuesta, lógica: "Usted es un maestro y un ídolo para muchos canarios. Puede hacer lo que quiera".

Oscar cree que "Canarias se mantiene como un puente fundamental hacia España y Europa para la música latina. Pero las cosas han cambiado mucho desde el boom de los años ochenta, en el que yo participé con varias presencias en el Carnaval de las islas. Ahora gustan más otros ritmos, sobre todo a los jóvenes, pero creo que la salsa y el bolero nunca morirán como géneros musicales si está bien construidos en letras y armonías, claro". Cuando se le pregunta por cuándo se cortará ese inconfundible bigotón, tan característico en su aspecto físico, responde rotundo: "No pienso en eso. A mí me retirará en todo caso el público cuando ya no le guste lo que hago, pero a día de hoy sigue conmigo dondequiera que voy. Trabajo y lucho por no bajar de calidad, fuerza y entusiasmo sobre el escenario".

El respetado sonero, de inconfundible voz y autor de letras legendarias como la de "Calculadora", concluyó así: "Siempre he querido a las Islas Canarias y mi intención es que no pase tanto tiempo sin estar allí. En concreto, Tenerife es una plaza especial como un lugar clave para unir dos pueblos: el venezolano y el canario. Voy dispuesto a demostrar que hay Óscar de León para rato".