Las redes sociales han vuelto a erigirse en protagonistas de una curiosa historia de la que, de momento, se desconoce su final. Una comunicación en el facebook del edil de Servicios Municipales de La Laguna, Javier Abreu, ha puesto en alerta al Ayuntamiento de Güímar, al comprobar que el consistorio de Aguere estaba realizando algunas mejoras en un solar de San Matías (La Laguna), del que el ayuntamiento del sur de Tenerife dice ser copropietario, junto al de Santa Cruz de Tenerife y el Gobierno de Canarias.

Según relata la edil de Cultura y Patrimonio, Loly Rodríguez, tras enterarse a través de las redes sociales de la intención del gobierno municipal lagunero, se personó en los terrenos y, posteriormente, en el área de Obras e Infraestructuras para acreditar documentalmente la cotitularidad del suelo y aclarar el motivo de las obras que se estaban realizando.

Allí dejaron copia del documento de la herencia que los reconoce como copropietarios del mencionado suelo. Y es que, si bien el catastro recoge que el solar es propiedad del Ayuntamiento de La Laguna, la concejal guimarera asegura que quien acredita la titularidad de la parcela es el texto de la propia herencia.

Según explica, los terrenos son un legado que hizo en 1955 un vecino de Güímar, Faustino Castro Pérez, al ayuntamiento de este municipio, al de Santa Cruz de Tenerife, al Hospital Nuestra Señora de los Dolores (desaparecido) y al Hospital de Niños, cuya gestión pertenece ahora al Gobierno canario.

¿Y qué dice el concejal de La Laguna? Javier Abreu asegura que procedieron a limpiar el solar porque tenían constancia de que era de propiedad municipal, pero ante las dudas suscitadas avanza que el consistorio de Aguere "no va a hacer nada" hasta tanto no se aclare quién es el propietario.

La intención de la administración lagunera, a la que ahora la concejal de Güímar reclama el arreglo de la parte del muro que derribaron para acceder al terreno, es construir allí un parque infantil. Claro que los documentos que obran en poder del consistorio sureño parecen dejar claro, según relata Rodríguez, quiénes son los dueños. Y entre ellos no figura el Ayuntamiento lagunero.

Faustino y Nicolás Castro eran dos hermanos que hicieron fortuna, a mitad de siglo pasado, con el negocio de la exportación de tomates a Inglaterra.

Según está acreditado, fueron ellos los que adquirieron la finca del Mayorazgo, que incluía la Montaña de Taco y llegaba hasta la carretera general.

En los años 60-70, ambos hermanos, propietarios también de la fábrica de bloques de San Matías, contribuyeron a desarrollar el barrio, dejando en el centro el solar del que ahora existen dudas sobre su propiedad.

Es la única propiedad que, por decisión de Faustino, pasó a manos de las administraciones antes citadas. El resto lo heredaron sus sobrinos María Luisa Paulina (fallecida), Conchita y Nicolás Castro, hijos los tres de su hermano Nicolás, pues el propio Faustino no tuvo descendencia.