Lupita es una perrita chihuahua que hace unos días visitaba Santa Cruz junto a sus dueños, una familia grancanaria. La mala suerte quiso que cayera del vehículo en el que viajaban a la entrada de la ciudad por la TF-5 y que luego se extraviara siendo, incluso, atropellada. Por fortuna, una pareja la encontró malherida en el parque Don Quijote y la entregó a un agente de la Policía Local que se hizo cargo de ella. El policía asumió en todos los sentidos la condición de protector del animal.

En primer lugar decidió trasladar al can a un veterinario e, incluso se hizo cargo del pago de la factura de este servicio, cuyo importe ascendió a 100 euros.

Gracias al preceptivo microchip identificativo se pudo localizar a la propietaria de la perra, que reside en el municipio de Telde.

Con los datos recabados se pudo hablar con la dueña de Lupita, el nombre de la perra. Según su relato, Lupita viajaba en el coche, en brazos de uno de sus hijos, cuando saltó por la ventanilla trasera que se encontraba abierta. No pudieron encontrarla a pesar de sus esfuerzos al circular por una vía de alta velocidad. Además de agradecer enormemente el servicio policial se desplazó de inmediato por vía aérea a Tenerife. En el aeropuerto recogió a su mascota de manos del agente que se había hecho cargo del animal.

Además de felicitar a los policías, la señora abonó los gastos de la consulta veterinaria y regresó a Gran Canaria. Incluso remitió imágenes de la perra, ya en su domicilio y con sus dos hijos. Un final feliz para la odisea de Lupita.