La recuperación de la población de guirre (Neophron percnocterus majorensis), especie de alimoche en peligro de extinción que habita exclusivamente entre Fuerteventura y Lanzarote, sigue dando buenos resultados, ya que a lo largo de este año han nacido 35 pollos, el doble de hace dos años.

El Cabildo majorero ha difundido estos datos en un comunicado a solo una semana de concluir la campaña de seguimiento que realiza durante seis meses la Estación Biológica de Doñana, centro de investigación dependiente del CSIC, con la colaboración de la corporación insular.

Otro dato que invita al optimismo es la ocupación de seis nuevos territorios -término que alude a la zona donde anida una pareja reproductora- con respecto al año anterior.

Cinco en Fuerteventura, repartidos entre la zona norte, Tarajalejo, Tuineje y Pájara, y otro en Lanzarote, un dato que se eleva a 59 en toda Canarias, de los que 54 están en tierras majoreras y el resto en Lanzarote y el Archipiélago Chinijo.

La consejera de Medio Ambiente del Cabildo de Fuerteventura, Natalia Évora, ha valorado estos resultados y ha recordado que desde que la corporación inició el proyecto, en 1999, hasta ahora "nunca se había superado la treintena de pollos nacidos y con altas probabilidades de supervivencia, como ha ocurrido este año".

Según Évora, la recuperación de la especie en Fuerteventura es "un hecho incontestable, hasta el punto de que la población se está extendiéndose a Lanzarote, donde se están formando nuevas parejas".

A pesar de ser una especie de ave que necesita de la experiencia y el aprendizaje para salir adelante, está ocupando territorios no utilizados hasta ahora, e incluso, en uno de los nuevos nidos se ha criado un pollo con éxito.

La colaboración y entrega de la dirección y el personal de campo de la Estación Biológica de Doñana durante todos estos años "ha sido fundamental para poder alcanzar una población actual de más de 250 individuos vivos y en libertad", añade la consejera.

Durante la última década, el número de pollos volanderos se ha situado en torno a la veintena y en 2013 fueron 26 las crías que salieron adelante y abandonaron con éxito sus nidos, de manera que los 35 pollos que han alcanzado la fase final de la presente época de cría auguran también unos resultados "enormemente positivos".

Según el Cabildo, estas cifras evidencian que se ha superado definitivamente la excepción de 2012, en que la tasa de supervivencia en la cría registró un bajón repentino, situándose en 17 pollos.

Antes del proyecto del guirre, en 1998, la especie se acercaba peligrosamente a la extinción, con una población en libertad de sólo 150 ejemplares, adscritos únicamente a Fuerteventura y con apenas una veintena de parejas reproductoras.

El proyecto LIFE Conservación del Guirre (2004-2008) identificó claramente las amenazas que impedían la supervivencia de la especie, como las electrocuciones en tendidos eléctricos, el uso de venenos en el medio, las molestias humanas en las áreas de nidificación o la reducción en la disponibilidad de alimento.

Aunque las medidas aplicadas consiguieron reducir enormemente la mortalidad, "muchas de esas amenazas siguen estando ahí, por lo que es necesario mantener la colaboración entre las administraciones, la comunidad científica, la población local y los sectores ganadero, agrícola y turístico", ha recalcado Évora.

Los seguimientos que se realizan a los distintos ejemplares han constatado la alta movilidad de la población, con desplazamientos asiduos entre Fuerteventura, el islote de Lobos y Lanzarote.