A mediodía de ayer fue reabierta al baño la playa de Las Caletillas, desde el Charco de Graciliano hasta Cho Vito. Eso fue posible porque los análisis realizados por Salud Pública confirmaron que esta en buen estado. Sin embargo, entre los vecinos y los comerciantes del lugar el malestar crece y las dudas sobre la solución dada al problema del vertido, procedente del emisario submarino, también.
A simple vista, ayer se percibían restos en la superficie tanto en el Charco de Graciliano como en Cho Vito (aquí, más).
“Somos la jet-set de las banderas negras”, sintetizó el presidente de la Asociación de Vecinos El Pueblito, Marcos Delgado. “Vecinos, visitantes y aquellos que pasan estos meses en un apartamento hemos perdido el 25% del verano sin la playa”, apostilló.
A su juicio, lo sucedido es un ejemplo de que “Las Caletillas no parece interesarle a este gobierno municipal. Habrá que ir planteándose pedir la independencia”.
Entre las voces de los vecinos (excepto Delgado, el anonimato fue la condición de los otros consultados para hablar), el “hastío” fue la nota predominante. Valorando que hayan actuado “con un poco de diligencia” en esta ocasión, son tajantes al explicar que “esto sucede desde hace ya demasiados años. Aunque ahora digan que la han arreglado, aquí no se ha hecho lo que tienen que hacer. Es más, los buzos nos han asegurado que hay una parte del emisario submarino que no existe y que su falta es lo que provoca que se rompa”.
Y entre los comerciantes el nivel de crispación crece. “Abrir esa puerta me cuesta 250 euros y llevamos dos semanas con la playa cerrada, pero no me lo quitan de los impuestos”.