Estados Unidos, que detectó el lanzamiento y la trayectoria de un misil que el 17 de julio provocó el siniestro de un avión malasio, cree que el suceso representa un "momento de la verdad" para el presidente ruso, Vladimir Putin, quien debería permitir una investigación completa.

El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, en el programa "Meet the Press", de la cadena NBC de televisiónaseguró que "sabemos de dónde provino el misil, sabemos cuándo fue disparado y ocurrió exactamente al tiempo en que el avión fue destruido". "Esto es una llamada de alerta para Putin y para Rusia", declaró a la cadena Fox de televisión.

Por su parte, El Gobierno holandés, presionado por la opinión pública y tras ver cómo son tratados los restos de sus compatriotas, quiere que el Gobierno de Moscú influya en los separatistas prorrusos de Ucrania y pide una investigación profunda de la tragedia en que murieron 298 personas.

196 cadáveres son trasladados a una estación de tren donde aguardan en vagones frigoríficos su identificación.