El australiano Michael Rogers se impuso hoy en la decimosexta etapa del Tour, la más larga de la edición, mientras que el italiano Vincenzo Nibali conservó el maillot amarillo y el francés Romain Gardet cedió su puesto en el podio a su compatriota Thibaut Pinot.

El ciclista del FDJ.fr atacó en el puerto de Balès, cuya cima estaba a 20 kilómetros de la meta, y consiguió descolgar a Gardet y hacerse con la tercera plaza provisional.

Pinot demostró su fortaleza en el ascenso, en el que dejó a todos los favoritos, incluidos Nibali y Alejandro Valverde, que coronaron con unos segundos de retraso pero que lograron atraparle en el descenso y mantener sin cambios sus dos primeras plazas de la general.

Bardet, de 23 años, gran promesa del ciclismo francés, se dejó en la meta casi dos minutos con respecto al grupo de los favoritos y con ello el jersey blanco de mejor joven, su puesto en el podium y muchas de sus opciones de lograr una plaza de honor en París.

Pinot se convierte ahora en la gran esperanza del ciclismo galo para sustituir a Richard Virenque en el podium final, 17 años después.

El ciclista francés, de 24 años, está a tan solo 29 segundos de Valverde, segundo de la general a 4.37 de Nibali.

Por detrás está el francés Jean-Christophe Peraud, de 37 años, a 1.31 de Valverde, mientras que Bardet pasa a ser quinto.

El otro gran damnificado del día fue el estadounidense Tejay van Garderen, distanciado en el ascenso a Balès y que perdió unos 3 minutos y medio con los favoritos y la cuarta plaza.

El gran contrarrelojista del BMC es ahora sexto a 9.25 de Nibali y a 4.19 del podium, su objetivo del año.

Ajenos a la pelea de la general, la victoria de etapa se la disputó un grupo de cinco ciclistas en el que Rogers, de 34 años y tres veces campeón del mundo contrarreloj fue el más rápido.

Rogers, que ganó dos etapas en el pasado Giro, entre ellas también la más larga, aprovechó su punta de velocidad en el descenso del puerto de Balès, de categoría especial, que coronó en tercera posición.

Acompañado de cinco ciclistas, entre ellos el colombiano José Serpa, el australiano se lanzó hacia la victoria y logró una renta suficiente para imponerse con nueve segundos de ventaja al francés Thomas Voeckler, que había ganado las dos últimas llegadas a Bagnères-de-Bigorre.