El último recuer-do que tiene Michael Sari de su hijo de 11 años es un dibujo que encontró, tras varios días de búsqueda, entre el material del colegio. “Buy, buy, Dad” (“Adiós, papá”), una mano simulando la despedida, una cara sonriente por cuya mejilla cae una lágrima, un barco y un avión. De su hija, de 15 años y políglota (habla cuatro idiomas), de su mujer (austriaca) y del perro no sabe nada desde el 21 de junio.

EL DÍA amplía los detalles de esta situación en su edición en papel del viernes.