Los últimos datos hechos públicos por el Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre el comportamiento del sector turístico señalan el progresivo crecimiento del porcentaje de extranjeros que eligen Canarias como destino, unos 5,6 millones en el primer semestre del año, y en este escenario, Tenerife sigue manteniendo su posición de liderazgo.

Y si bien desde el Cabildo insular admiten que los registros de turismo nacional en Tenerife se sitúan todavía por debajo de los valores del año pasado -aunque se percibe una cierta recuperación en los últimos meses-, por el contrario los números del turismo extranjero invierten la situación.

"Más bien nos encontramos ante ese proceso, porque con la llegada de foráneos logramos récords absolutos y la suma de todos los parámetros arroja un indicador que refleja un crecimiento global del 5% acumulado hasta mayo", explica el presidente del Cabildo.

A propósito, Carlos Alonso achaca este comportamiento al hecho de que el turismo peninsular que elige Tenerife como destino tiene un perfil "de alto standing, se aloja en establecimientos hoteleros de cuatro y cinco estrellas y acaso, en la actual coyuntura de crisis, la clase media, con problemas económicos, no accede a este tipo de oferta".

En Tenerife se produce un fenómeno según el cual, cuando crece mucho la presencia del turismo extranjero se reduce el número de camas destinadas a cubrir la oferta nacional. "No es que se produzca una reducción del turismo español porque lleguen menos, sino por la razón de que no existe disponibilidad de alojamientos. Las mejores camas las ocupan los extranjeros de cupos, mediante la touroperación, y los hoteleros viendo esa posibilidad se las reservan", señala el presidente del Cabildo.

En este sentido, Alonso advierte de que una de las cuestiones que le preocupan sobre el comportamiento del subsector turístico en la isla se refiere a "la existencia de una presión importante sobre camas en los establecimientos de cuatro y cinco estrellas, mientras las hay con categoría de tres estrellas que empiezan a quedar fuera de mercado y no se venden".

En este contexto, el presidente considera que el sector debe "realizar un esfuerzo decidido, no solo en el norte sino también en el sur, con el fin de elevar la categoría de los establecimientos. Se trata de una operación relativamente rápida, porque al tratarse de una rehabilitación, en el plazo de un año podría estar finalizada".

También destaca que "es bueno que no ser tan dependientes del flujo de turismo peninsular en verano, nuestra temporada baja.

Sobre el turismo ruso, que se ha mantenido, "cada vez vienen más directamente desde su país". El trámite de la expedición de visados se ha agilizado, "en la medida que España ha incrementado el número de delegaciones y existe más certidumbre. Para nosotros sería un boom que se eliminaran los visados", concluye Alonso.