No falla. Hay una teoría cíclica sobre las catástrofes aéreas. Y sobre los terremotos y otros sucesos desagradables. Había un físico palmero, cuyo paradero ignoro, a los que todos daban al menos por raro, Guillermo Rodríguez, que tenía una curiosa teoría fatalista sobre el carácter alternativo de las tragedias. adie lo creía, pero él era inasequible al desaliento. Cada vez que se caían tres aviones seguidos me llamaba. "¿Lo ves?", me decía, "se cumple mi teoría". Esta semana han vuelto a caer tres aviones. Los pro rusos derribaron con un misil tierra/aire el avión "Boeing 777" de "Malaysia Airlines": más de 200 muertos; en Taiwán se cae un "ATR 72", los aviones para nosotros tan familiares, y mueren más de 40 pasajeros; y un "MD-83" de la compañía española "Swiftair" se estrella en el desierto del Sahel (Mali), con 110 personas a bordo, aún no se sabe si por una tormenta de arena, un misil, un despiste o qué. Terrible y cíclico. Tres accidentes, en tres partes diferentes del mundo, uno detrás de otro, en siete días. ¿Qué es lo que pasa aquí? ¿Por qué este número maldito? Le he perdido la pista a Guillermo Rodríguez, que era profesor de Instituto y un sabio en física. o sé si vive, si se ha muerto, si está bien o si está mal, pero entonces, en los años 70, tuve mucho contacto con él. Era un hombre humilde, pero un científico, que vaticinaba cosas y las acertaba. En ocasiones tampoco él las sabía explicar. En fin, que ha sido una semana terrible, en la que no he parado, entre una cosa y la otra. Esto de ser jubilado activo está bien, porque un jubilado que arrastra los pies, se pone el chándal gris marengo y va a buscar el pan es un esclavo de su santa y a mí no me manda nadie, a menos que yo pueda. El jubilado tradicional es expulsado de su casa literalmente, cada mañana, por su enemiga, para que no le destape los calderos, ni le esté preguntando a cada momento a la hora que van a comer; no coge un libro, lee el periódico en el trayecto hacia la panadería, que es el tradicional final de etapa de jubileta y, en general, da muchísimo el coñazo. He comido esta semana con Sebastián Ledesma y Luis Miguel Rodríguez, del PP portuense. o están jubilados. Sí están ilusionados en la nueva etapa; y dicen que tienen de su lado a la mayoría del comité local que les insta a que formen una buena lista y acudan a las elecciones. Las cosas en el Puerto van despacio, pero van. Me cuentan que no saben si el alcalde actual, Marcos Brito (CC) se va a presentar o no. Marcos es muy inteligente y zorro viejo en esto de la política. Es una de las personas más honestas -de las que se dedican a esta profesión- que conozco. Y esto es un valor. Por otro lado, el bueno de Macario Benítez (PSOE) quiere seguir en el sillón municipal de El Rosario. Un taxista que me trae de La Laguna me dice: "Ya está bien, ¿por qué no se va Macario a su casa?". Pues porque no le apetece. Tiene todo el derecho a quedarse, si lo decide y lo gana. Por otra parte, casi me la pego en el coche, al parecer por un mal contrapesado de las gomas traseras que me acababan de colocar. El mecánico que las montó asegura que no fue por los contrapesos. Otros técnicos consultados afirman que claro que sí. Lo cierto es que volvimos a nacer Loli y yo. Menos mal que me pude meter, tras los vaivenes en solitario por esa autopista, con una rueda trasera botando como un balón, en la entrada de los bomberos del Consorcio. Todavía, por lo que veo, me queda algo de piloto de rallies, de cuando corría con el Pichote, que tanto me enseñó a controlar un coche. Una vez nos caímos a un barranquillo, en esos altos, y nos sacó de allí un mago con un burro. Vaya día aquél. Yo dije: "Bueno, se nos rompió el coche (era un entrenamiento), ya no corremos". Leche, el Pichote era un hombre de recursos y a los pocos días teníamos el bólido, un "Hillman IMP Frazer", a punto y a correr el Rally Isla de Tenerife. ¿Quedamos quintos o así, porque yo me salté un control? o me acuerdo bien. Y con estas cosas se me ha pasado el artículo. unca recuerdo, como escribo tanto, si me están pidiendo 740 palabras, o a lo mejor son 840; tiene que llamarme mi amigo Jorge Espinel para que me lo aclare definitivamente. Y a ustedes, desocupados lectores, feliz domingo, que buena falta hace entre tanta tragedia. Porque hay quien dice que estamos a las puertas de la Tercera Guerra Mundial, lo que sería ya el acabose. o va a quedar aquí ni el potito.