El plátano de Canarias se ha convertido con el paso de los años en el plátano preferido por los consumidores españoles. Su comercialización se basa en un pilar fundamental y diferenciador: su calidad. Si la banana latinoamericana o africana es sinónimo de producto barato, el plátano canario debía decantarse por su propio carácter singular, que es el sabor.

A día de hoy, la Península continúa representando el principal mercado para el plátano de Canarias. En torno a un millón de kilos de plátanos se comercializan diariamente en nuestro país gracias a que Plátano de Canarias ha sabido mantener su competitividad a pesar del menor precio de la banana.

Sin embargo, es cierto que los últimos años han supuesto una transformación de las actividades de comercialización de la fruta en nuestro país, que han situado al plátano de Canarias en una posición límite debido a que el diferencial de precio de venta al público entre este y la banana no ha parado de acrecentarse, a pesar de que los ingresos de los productores no lo han hecho.

En 2013, la banana fue, de media, más de un 42% más barata que el plátano de Canarias en los puntos de venta de la Península y teniendo en cuenta que los períodos de crisis económica siempre favorecen a los productos que se venden más baratos, esta tendencia ha incrementado la cantidad de bananas que se comercializan en España. Igual que existe un consumo cautivo de plátano de Canarias, también lo hay de bananas y por ello es muy complicado copar el cien por cien del mercado nacional, pues siempre existirán consumidores para los que el menor precio sea su principal factor de compra.

No obstante, a pesar del diferencial de precio, los productores de plátano canario han luchado por mantener hasta ahora una importante cuota del mercado peninsular de alrededor del 74% en valor. Plátano de Canarias continúa siendo la principal elección en ese territorio gracias al producto y a la combinación además de, por un lado, la creciente organización profesional de las organizaciones de productores de plátanos, con la que se logra una mejor presencia de Plátano de Canarias en los puntos de venta, y por otro, de la comunicación de la marca al consumidor, con la que se ha fidelizado y sostenido la demanda del producto y la categoría durante los últimos veinte años.

El Plátano de Canarias cuenta con una destacada intención de compra en toda España. Sin embargo, la competencia en precio de la banana varía en función de las regiones. Las comunidades autónomas de Andalucía y Cataluña son las que tienen una mayor venta de bananas frente al plátano canario. Madrid se mantiene como una plaza destacada para el plátano de Canarias aunque también la banana tiene una amplia cuota de mercado. La zona donde más triunfa la fruta de procedencia canaria, en comparación con la banana, es en el País Vasco, además de en Cantabria, Navarra y toda la cornisa Cantábrica, donde casi la totalidad del plátano que se vende es de Canarias.

El desarrollo y establecimiento de las grandes superficies comerciales ha cambiado el modo de comercialización del plátano. Si durante muchos años, cuando prácticamente no tenía competencia a nivel peninsular, existía una variada red de pequeños comercios minoristas repartidos por toda la geografía nacional, en la actualidad el peso de las grandes superficies y las cadenas alimenticias es cada vez mayor. Los productores de plátanos han tenido que adaptarse a este nuevo escenario y cada organización de productores mantiene sus propios acuerdos con maduradores en territorio peninsular, ya que el plátano se exporta en verde y se madura en la Península.

No obstante, el proceso de descreste arancelario a favor de la banana acrecienta las dificultades del Plátano de Canarias ante la competencia desleal que le presentan productos que no cumplen con las exigencias de producción, medioambientales y sociales que sí respeta la producción canaria y europea.