Al malestar de los vecinos de Radazul Bajo, residentes habituales u ocasionales, por los cortes de agua, en unos casos, y la poca presión, en otros, se ha unido también el de los propietarios de establecimientos de hostelería de la zona, algunos de los cuales aseguran que les están "arruinando" el negocio.

Así lo expusieron ayer, después de que, la noche anterior, el Ayuntamiento de El Rosario volviera a cortar el suministro para que los depósitos de agua potable recuperaran los niveles.

Uno de los más molestos con la situación es Jairo Martín, copropietario de la marisquería Bulerías, que el pasado viernes, el día de la apertura, se vio obligado a adelantar el cierre al quedarse sin agua la máquina de hielo que usa para mantener el marisco. "Nos hunden en la miseria", dijo Martín, quien reconoció que los fines de semana la situación es aún peor.

En la misma línea, José David Hernández, encargado de la Hostería del Mar, denunció que "todos los veranos" se produce la misma situación, sin que se le busque una solución definitiva. "Y agosto puede ser peor", alertó.

Una advertencia que corroboró también Nicole Robayna, empleada de La Terraza, quien aseguró que en algunas momentos se quedan sin agua para lavar la loza y para cocinar.

"Hay gente en la zona que se ha podido duchar gracias a las garrafas de agua", añadió Robayna, quien consideró comprensible que se produzca una avería "un día , pero no todas las semanas".

Y en este sentido, Gladis Machín, dueña del restaurante-tasca Pitágoras, remarcó que en algunas ocasiones se han visto obligados a comprar agua para fregar la loza y a usar agua del mar para el baño. "Es una incomodidad. Sin agua no se puede trabajar", apuntó.

Los dueños de los establecimientos coinciden en que, de producirse los cortes, estos deberían realizarse más tarde de lo que se están haciendo ahora -normalmente a partir de las 23:00 horas-, para evitar así que choquen con la actividad hostelera.

A las críticas de los comercios se sumó también el PP de El Rosario, que acusó al grupo de gobierno (POSE) de "perder los papeles" en el manejo de esta crisis, que deja a las claras su negativa gestión ante un asunto de claro interés y necesidad pública para los vecinos del municipio.