El alcalde de Fuencaliente, Gregorio Alonso, explicó en la Cadena Ser los motivos por los que decidió invitar a todos los vecinos de Fuencaliente a una comida con motivo de la visita el pasado sábado del presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, al municipio, tal y como adelanto EL DÍA en su edición del pasado 25 de julio.

Alonso señaló que Rivero acudió a la localidad para explicar cómo iban las obras de la carretera del Sur y los trámites urbanísticos para que se pueda construir el balneario en la Fuente Santa, entre otros aspectos, entendiendo que lo mejor era que el presidente regional se lo trasladara directamente a los vecinos en un almuerzo que además sirvió "para agradecer su apoyo en el incendio y la riada" que el pueblo sufrió no hace tanto tiempo.

El alcalde reconoció que la comida se pagó "con fondos públicos", con aquellos destinados "a actos protocolarios del alcalde" y que la misma costó "entre 1.000 y 1.200 euros". Negó que el anuncio de la comida que se realizó con un coche con megafonía que recorrió el pueblo tuviera un coste para el ayuntamiento, ya que lo hizo de forma desinteresada una persona "que quería que fuera la mayor cantidad de fuencalenteros a la comida".

El regidor local explicó que en viajes que realiza a Tenerife en representación del ayuntamiento "me gastó seis euros en comer una tapa y un refresco o un zumo de naranja" y se queda en un alojamiento de su propiedad, lo que le permite ahorrar en la partida de protocolo que luego destina, por ejemplo, a la citada comida. Alonso destacó que otras autoridades "quedan con el presidente y se van a comer a restaurantes de lujo, con los órganos de gobierno pero sin invitar a los vecinos".

Ante la insistencia en las preguntas, el alcalde sureño hizo hincapié en que "cuando hay una comida con los vecinos, la comida no se va al bolsillo de nadie sino al estómago de cada uno de los vecinos del municipio. Ese es uno de los gastos más equitativos que puede hacer un municipio que haga una comida".

Por si alguien tenía alguna duda, Gregorio Alonso aclaró que "mientras yo sea alcalde haré todas las comidas que estime oportunas con el presidente o con consejeros mirando el interés general de Fuencaliente, y no me preocupan las críticas que reciba por ello".

El regidor local subrayó que comer con los vecinos (que no invitarlos para comer con Rivero) "es algo normal y habitual en Fuencaliente". En este sentido, apuntó que "la semana pasada fueron las fiestas del Carmen; tuvimos comida sábado y domingo con los vecinos. El sábado almorzamos con el presidente y los vecinos, y el domingo en la fiesta de Santo Domingo hay otra comida". No queda ahí la cosa: "La fiesta del Pino de la Virgen es el segundo domingo de agosto y comeremos con los vecinos; y también está la fiesta de la Vendimia, donde hay otra comida".

El alcalde acabó muy molesto al ser cuestionado con estos almuerzo, "preocúpese de otras comidas y viajes a Noruega", dijo, y no de una comida en Fuencaliente "por querer ser agradecido". Acabó pidiendo que "para esas tonterías (la comida con Rivero), no me llame más".