Las prospecciones efectuadas en lo que va de año del lado marroquí de la frontera marítima frente a Canarias son cuatro y todas han acabado de la misma manera: sin petróleo comercial. Algunas han obtenidos indicios de crudo, pero sin entidad suficiente como pasar al siguiente paso de la investigación -la realización de pruebas técnicas que confirmarían la calidad y cantidad del producto-.

El último de esos sondeos acabó la semana pasada. Lo llevó a cabo la petrolera portuguesa Galp -y sus socios- en el lugar conocido como Tarfaya Offshore 1, a unos 90 kilómetros al este de Fuerteventura en aguas de 150 metros de profundidad, explica el geólogo y geofísico Antonio Afonso, quien remarca que en todos los casos las pruebas se llevaron a término sin accidentes .

Afonso, que es partidario de que Repsol efectúe las prospecciones autorizadas en las aguas que rodean a Lanzarote y Fuerteventura, añade que hay otras dos que empezaron ayer del lado de Marruecos, pero cerca del Archipiélago.

Una de ellas tiene lugar en el emplazamiento Sidi Mousse 1, a unos 64 kilómetros de Ifni (al noreste de Lanzarote), en aguas de 990 metros de profundidad. La realiza Genel Energy y sus socios, que prevén llegar a unos 4500 metros de profundidad. Afonso admite de que, en caso de escape, alcanzaría las costas de Lanzarote y Fuerteventura "de pleno". Se trata, añade, de un sondeo de exploracion "muy similar geologicamente" a los previstos por Repsol.

El otro está en el punto denominado Trident -1, situado a unos 90 kilómetros al este de Lanzarote, que acaba de iniciar Galp y sus socios empleando una plataforma de patas autoelevable (jackup) que fue reparada en Las Palmas. Está a unos 200 metros bajo el agua , pero Afonso estima que la perforación llegará a un objetivo a unos 3000 metros de profundidad.