La familia va creciendo. El domingo llegó a la Isla Iker Guarrotxena y ayer lo hizo Diego Ifrán Sala. El delantero uruguayo, cedido por la Real Sociedad, arribó a Los Rodeos a última hora de la tarde. Sonriente y ansioso por empezar a trabajar con su nuevo equipo, el jugador, nacido en Cerro Chato el 8 de junio de 1987, se une al representativo tinerfeño asumiendo el desafío de llevar el liderazgo en el apartado anotador.

Ifrán necesitaba solucionar la situación que se le presentó en la Real Sociedad este verano. Se encontró con la sorpresa negativa de no entrar en los planes del entrenador, Jagoba Arrasate, e incluso no formó parte de la concentración que realizó el equipo guipuzcoano en Holanda. En esos días ya tenía claro que le convenía cambiar de destino, aunque le quedaba un año más de contrato con la entidad con sede en Anoeta.

Aunque recibió ofertas de media docena de equipos de Segunda, se entusiasmó con el proyecto del Tenerife y se comprometió con Serrano y Cervera, quienes también pusieron de su parte para convencerlo. A pesar de que el pase de Diego tardó en cristalizar, finalmente se convirtió en una realidad el jueves pasado. Tras unos días en los que el atacante resolvió unos asuntos particulares, pudo desplazarse ayer a la que será su casa profesional hasta el 30 de junio de 2015, fecha en la que se extinguirá su vínculo profesional con el Tenerife y, en teoría, quedará libre, a no ser que la Real Sociedad ejecute la opción que se guardó para recuperarlo o, entre otras opciones, que su trayectoria en la Isla invite a Serrano y Cervera a proponerle un nuevo contrato.

Ifrán se formó en un modesto equipo de su ciudad de procedencia, La Cuchilla, y dio el salto a clubes profesionales de la mano del Fénix, de Montevideo. Pero su consolidación como promesa del fútbol uruguayo se produjo en su etapa en el Danubio. Tal fue su progresión, que estuvo a punto de fichar por el Lazio en 2010, pero una grave lesión de rodilla enfrió el interés de la escuadra romana. Fue entonces cuando la Real Sociedad se animó a apostar por Diego. Sin embargo, el goleador no logró triunfar con el conjunto vasco. En tres campañas y media, con otro largo paréntesis provocado por un nuevo percance físico en la misma rodilla, intervino en un total de 57 partidos de Liga y Copa y marcó siete goles. Pero Ifrán no había dicho la última palabra, y lo demostró en su salida a préstamo al Deportivo en la segunda vuelta del curso 2013/2014: cuatro tantos en tan solo once encuentros.