El caserío de Roque Negro, en Anaga, vivió ayer el prólogo de sus fiestas de la Virgen de Fátima, organizadas por la asociación de vecinos Nube Gris. La recuperación de la ceremonia en los antiguos lavaderos de la galería Roque Negro-Catalanes, que se inició en 2008, abrió los actos de este año, con la participación de siete lavanderas, alguna más que en 2013. Al contrario que en la edición anterior, esta vez las tradicionales parrandas no acompañaron en la recreación, ya que saldrán a la calle el 6 de septiembre. Pero eso no fue óbice para que decenas de personas, vecinos y visitantes, presenciaran un acontecimiento, de lo más normal antes, cuando no había lavadoras, y excepcional en la actualidad. Durante una jornada siempre memorable, varias mujeres del pueblo recordaron la manera antigua de llevar a cabo la tarea doméstica de lavar y torcer la ropa. La tarde de ayer también fue elegida, entre seis niñas aspirantes, Miss Princesita Roque Negro, otro evento previo a los principales de la fiesta en el caserío, el próximo fin de semana.