No hay datos oficiales ni estudios económicos, pero para el casco histórico de la Villa de Candelaria resulta clave, desde el punto de vista económico, los ingresos que genera la presencia de Nuestra Señora de Candelaria en la Basílica. Las personas, ya sean residentes en la isla o turistas, que entran al templo para escuchar misa, rezar, a pedir una promesa, agradecerle un favor concecido, o bien para conocer las costumbres religiosas, también consumen en la zona.

Marta Marrero, encargada de la tienda del Santuario, opina que "la Virgen supone todo, cuando sale cada siete años, el pueblo se queda muerto". Este local, que forma parte de la Fundación creada por el fallecido padre Jesús Mendoza, abre todos los días del año, excepto los festivos más importantes y emplea habitualmente a tres mujeres, más una cuarta para cubrir las vacaciones en verano. En lo que va de año, dicha tienda ha hecho unas 14.700 ventas, principalmente de postales, rosarios y llaveros.

El restaurante Candelaria está estratégicamente situado en la esquina de la calle La Arena y la plaza de la Basílica. Su dueño, Secundino Hernández, cree que la Patrona es un atractivo muy grande y destaca que el fervor por la Patrona mueve a todos los habitantes de la Isla. El encargado de otro negocio los confirma y añade que las previsiones de todo el año se desbordan por las fiestas, en mercancía, en personal y en trabajo. Explica que los ventorillos o mostradores en el exterior de los locales permiten que los clientes fluyan y no se estanquen y bloqueen un local. La empleada de una tienda opina que, si hubiera más aparcamiento, se vendería más. La dueña de la joyería Candelaria reconoce que, "gracias a la Patrona vivimos todos, si no habría que buscar otro medio de vida". Vende imágenes y medallas de la Virgen, entre otras cosas.

Hace pocos meses abrió la tienda "4x4 woman". Su encargada, Rosa Reyes, explica que estas fiestas han sido "un estreno; la calle es una pasarela y cualquier mujer que entre puede suponer publicidad para el negocio". Y estos días el flujo de visitantes es considerable. Darleni Victoria es empleada de la heladería El Ratón Glotón. Junto a la mujer del propietario, indica que la presencia de la Patrona tiene muchísima influencia; de hecho, la mayoría de sus clientes son turistas. La Floristería Leonor lleva 30 años abierta. A su dueña, Raquel Yanes, no le parece mal que la Iglesia y autoridades pidan comida para los necesitados, pero aclara que "de las flores también vive mucha gente y se cultivan aquí". Para su negocio, la presencia de la Basílica es fundamental, "pues vendemos todo el año para la Virgen". Francisco García (hijo) es copropietario de la Casa de las Imágenes. Apunta que "la relación es directa, si no fuera la Virgen no estaríamos aquí". El 70% de las ventas están vinculadas a la Patrona. Matiza que "en agosto, hacemos nuestro agosto".

Davinia Alayón, de la tienda Flamenca, destaca que cada domingo hay muchas excursiones que coinciden con la misa de las 12:00. Y matiza que, en su mayoría, son clientes de nivel "medio-bajo".

Chantal Afonso, informadora turística, indica que a los turistas, si no son católicos, les llama la atención las costumbres, las flores, la concentración de tanta gente y los guanches. Y aclara que lo que más promoción tiene es precisamente el triángulo Virgen, guanches y calle La Arena. Miguel Ángel Yanes, del quiosco Aparcamiento, dice que la Virgen supone "un empujoncito importante en verano, cuando las ventas aumentan". Sonia Illa (Artesanías Mencey) cree que "la amplicación de las fiestas nos vendría bien a todo". Pone como ejemplo que, si se gastara en fuegos, vendría mucha gente a verlos y consumir. Lamenta que en los últimos años ha descendido la presencia de gente en las calles e, incluso, el año pasado le robaron mercancía. Esta vez cerró su local el día 15.

Marta Marrero

Tienda del santuario de la virgen

Secundino Hernández

restaurante candelaria

Rosa Reyes

tienda 4x4 woman