Durante la compra de un garaje, situado en una obra que aún no ha comenzado, el plano sobre la mesa presenta unas marcas de los que aún están disponibles. No tiene claro cual es el más adecuado para los dos coches de la familia. A continuación saca del bolsillo su smartphone y mientras instala una aplicación, el vendedor le ofrece un dispositivo con óptica 3D en el que el cliente inserta su móvil. En la pantalla aparecen las opciones de selección:coche corto o largo, todo terreno o urbano. Tras elegir el primer vehículo se dispone a comprobar en realidad virtual si son necesarias dos o tres maniobras para aparcar con cada uno de los vehículos. Esta escena puede parecer de película de ciencia ficción pero es posible gracias a la creación de unos emprendedores tinerfeños, Álvaro Hernández y Néstor Viña, que están aprovechando la potencia creciente de los smartphone, cercanos a una consola de videojuegos, con la aplicación práctica de la realidad virtual para abaratar los costes finales de una obra al poder disfrutarla antes de mover la primera piedra.
InArch es una aplicación dedicada a la arquitectura, tanto en proyectos de fabricación como de remodelación que permite realizar una visita virtual sobre el proyecto tal y como está concebido. Tanto el arquitecto como el cliente final pueden compartir presencia en el mundo virtual. Podrán “comprobar simultáneamente si es cómodo el tránsito, modificar las paredes o realizar ajustes finales del material de los techos y suelos. En todo momento se ofrece la apariencia final que tendrá cada modificación”, destacó Néstor Viña. También abre las puertas a otros mercados. “Las entidades bancarias tienen un stock tremendo de viviendas y hay inversores que venden paquetes desde el extranjero y no siempre se pueden visitar. Este servicio permite que el comprador se haga una idea más cercana”, afirmó Hernández. En esta primera versión ofrecen el servicio que simplifica los planos que el arquitecto ya posee para crear el entorno virtual aunque el objetivo es vender el programa en lugar de ofrecer un servicio. “Aún no es posible ofrecerlo directamente al arquitecto pero ya trabajamos en esa herramienta que le permitirá generar la realidad virtual para la plataforma que desee:web, Windows, Mac, Linux, Oculus Rift, vRase, o móviles sin realidad virtual”, matizó Viña.
La experiencia con realidad virtual es muy limitada o nula en la mayoría de los casos. “Hasta que no lo prueban les suena como algo lejano, que ven en las películas, pero una vez que lo prueban es muy gratificante ver su reacción. Es cuando realmente alucinan, se les dispara la imaginación y nos proponen cosas que están más allá de la tecnología actual”, destacó Hernández. Saben que transportar la visión de un plano a una experiencia íntima y sensorial les ha abierto un mercado que no va a dejar de crecer en los próximos años. “Nos ha sorprendido los comentarios de otros sectores como los parques temáticos o la sanidad porque aportan nuevas salidas a nuestro producto”, destacó Hernández.