Trabajadores y empresarios de las proximidades del barranco de Troya, que sirve de límite territorial entre los municipios de Arona y Adeje, muestran su preocupación por la formación de un gran charco de aguas fecales o residuales en uno de los puntos más transitados de Playa de las Américas y Costa Adeje.
Actualmente, en la desembocadura del barranco del Rey, o de Troya, existe una “laguna verde” donde flotan desechos desagradables y diverso tipo de basura.
Este despropósito se puede apreciar desde el puente de la avenida Rafael Puig, desde la pasarela de madera que salva dicho cauce y desde los peatonales situados a ambos lados del barranco.
A los malos olores, los trabajadores de la zona añaden que se han añadido en los últimos días diversos tipos de bichos voladores que incomodan a los turistas y el aumento de las temperaturas, lo que empeora la situación.
Una de las fuentes consultadas explicó que, a finales del pasado año o comienzos de este, una marea alta provocó la formación de un charco de agua salada que quedó allí empozada durante mucho tiempo. Sin embargo, en las últimas semanas, desde la parte alta de la zona turística, cerca de la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía, donde se encuentra la estación de bombeo del sistema comarcal de depuración se ha producido, al menos, un vertidos de aguas fecales por el aliviadero que acaba en la citada desembocadura del barranco de Troya o del Rey.
Este problema se produjo a finales del pasado mes y, según pudo saber este periódico, el concejal de Servicios de Adeje, Gonzalo Delgado, se puso en contacto con el responsable de Medio Ambiente de Arona, Antonio Sosa, para informarle de que se había registrado un vertido de estas características tras la rotura de una tubería. Sin embargo, las personas que pasan varias horas en las proximidades del “charco verde” explican que, cada jornada, existe una media de tres corrientes de aguas residuales. Dos de ellas se registran en horas diurnas y la tercera en torno a las 23:00 horas aproximadamente.
Las fuentes consultadas se preguntan por qué los principales ayuntamientos turísticos de Tenerife no adoptan una medida eficaz cada pocos días para impedir la acumulación de aguas malolientes en dicho enclave.
Fuentes de la oposición en el Ayuntamiento de Arona aseguraron a EL DÍA que el Ayuntamiento de Arona ya ha sido sancionado en alguna ocasión por el vertido de aguas fecales al mar.
El edil responsable de Servicios Municipales en Adeje, Gonzalo Delgado, y el concejal de Medio Ambiente de Arona, Antonio Sosa, coinciden en asegurar que en el citado “charco verde” no hay aguas fecales, pero sí residuales y basura que tira la gente.
Sosa explica que el 31 de julio se rompió un tubo de impulsión de aguas negras hacia la depuradora, pero el problema se arregló el mismo día.
Gonzalo Delgado reconoce que al barranco hay desagües de complejos de apartamentos que sirven de rebosaderos de piscinas y de la limpieza de los espacios anexos a tales piscinas. Es decir, que los flujos de agua que se ven varias veces al día pueden deberse a esta circunstancia. Delgado indica que otro problema es que las aguas de la limpieza del cuarto de basura cercano a conocido local de ocio nocturno también acaban en el cauce donde está el charco.eldia.es, Santa Cruz de Tenerife

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