Afirma que le encanta un drama, aunque mañana tenga que irse al otro extremo para interpretar un pequeño guion que rebosa diversión. La actriz tinerfeña Silvia de Esteban pone en escena "¿Quedamos para sushi?" en el Micro Theater Miami junto al intérprete Raúl Walder. "Es una obra muy pequeñita que se estrenó allí en enero de este año y que ahora volvemos a representar porque fue elegida por la crítica como uno de los espectáculos destacados de la temporada", puntualiza la santacrucera de una trama escrita por ella que es "divertida, gamberra y sexy", enumera.

De Esteban, que cuenta con un pequeño respaldo del programa cultural "Canarias Crea" para llevar a cabo esta nueva experiencia en Miami, avanza que la historia transcurre en un ascensor en el que coinciden una cuarentona y un joven muy seductor. "Con esos ingredientes el público ya se puede imaginar la cantidad de cosas que pueden pasar por las cabezas de estas personas en el momento en el que se quedan atrapadas", descodifica respecto al contenido de una creación que ella ya representó en Estados Unidos en compañía de otro actor. "El hecho de hacerla con Raúl Walder, que es un intérprete magnífico, es otro de los retos a la hora de retomar este proyecto", añadiendo que "la obra se siguió programando cuando yo me tuve que volver a Tenerife", remarca en el instante en el que precisa que "mi deseo es traer esta y otra obras en invierno, pero habrá que ver si esto se materializa. En las Islas no existe una cultura de microteatro y, por lo tanto, convocar a unas personas para solo 15 minutos de función aún no se entiende demasiado bien", matiza de una oferta teatral que le gustaría mostrar en El Depósito del Arte.

"Soy una actriz a la que le gusta correr riesgos y disfrutar al cien por cien de estas experiencias", retoma Silvia cuando le toca explicar el magnetismo que ejerce la ciudad de Miami sobre ella. "A principio del mes de septiembre estaré en otro proyecto escénico ("El regreso de Samuel") y entre obra y obra trataré de vender lo que sé hacer. Esta ciudad es muy agradecida con las personas que creen en un sueño. En este sentido, es mucho más sencillo llamar la atención de los productores. La última vez, por ejemplo, me presenté a pruebas que me permitieron acometer planes que no tenía previsto", reitera una empresaria -es la gestora de El Depósito del Arte- que tiene claro que estas vivencias no solo le permiten ampliar sus conocimientos interpretativos, sino ganar algo de dinero para invertir en Tenerife. "Quiero seguir aquí y allí, pero resulta complicado no encontrar los apoyos que requieres en casa, aunque esta vez sí que tengo una pequeña ayuda económica del gobierno de Canarias que está destinada a la compra del pasaje. Es la primera vez que me beneficio de una de estas ventajas".

De este nuevo ciclo en territorio estadounidense, Silvia de Esteban destaca que ella es la que controla todo el proceso. "La obra la escribí yo, ahora me toca interpretarla y también me encargo de la producción: un tres en uno", cuenta sobre el trabajo que los espectadores no ven en toda su extensión.

"Yo me siento más cómoda en el drama, ya que es un género que se adapta mejor a mi fuerza interpretativa. El microteatro lo descubrí más tarde y no me siento una extraña dentro de él, aunque su correcta ejecución requiere de un gran esfuerzo para contar una historia con sentido en un espacio de tiempo relativamente corto".

De la riqueza cultural que se respira en el enclave ubicado entre los Everglades y el Océano Atlántico la isleña reivindica "que es algo que va más allá de la oferta tan variada que te proporciona y que tiene mucho que ver con la mezcla de las culturas que conviven en ella. De hecho, en Miami hay un gran interés por todo lo que tiene que ver con este archipiélago".