Los pasados 26 y 27 de junio tuvo lugar, en Bruselas, la reunión del Consejo Europeo, que reúne a los Jefes de Estado y Gobierno de los Estados miembros de la UE. Los principales asuntos de debate fueron la designación del próximo Presidente de la Comisión Europea para los próximos cinco años, la agenda política de la UE 2014-2019 y la finalización del Semestre Europeo 2014, con la validación de las Recomendaciones Específicas de reforma por País.

Las prioridades políticas del próximo ciclo institucional europeo son, la creación de empleo, crecimiento y competitividad, la capacitación y protección a todos los ciudadanos, desarrollar una Política energética y climática con visión de futuro, reforzar la libertad, seguridad y justicia, mejorar la gestión de la migración en todos sus aspectos, e impulsar la UE a escala global.

Por otra parte, el Consejo Europeo refrendó las Recomendaciones Específicas por País, adoptadas por la Comisión Europea, finalizando el proceso de coordinación de las políticas económicas del Semestre Europeo 2014.

Asimismo, señaló que hay que aprovechar al máximo la flexibilidad contenida en las normas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento para equilibrar la disciplina presupuestaria con la necesidad de apoyar el crecimiento y subrayó que es preciso aplicar reformas estructurales destinadas a impulsar el crecimiento y crear puestos de trabajo, a través de la reforma de los mercados de bienes y servicios y de las administraciones públicas, una reducción de la cuña fiscal sobre el trabajo, un mejor acceso a la financiación, y un entorno empresarial más favorable.

Desde un punto de vista empresarial, desde CEOE-Tenerife consideramos que hubiera sido deseable un reconocimiento más explícito a la consecución de un mayor nivel de competitividad empresarial como condición necesaria para alcanzar cotas más altas de crecimiento y generación de empleo.

El resultado de las elecciones europeas muestra a la Unión Europea el deber de trabajar por una Europa más competitiva, que prepare el camino hacia una mayor cohesión social. Esto implica tomar decisiones audaces, seguir una agenda política coherente, centrada en los verdaderos problemas y abandonar compromisos contradictorios.

Asimismo, se ha de mejorar el funcionamiento del mercado interior europeo, eliminando las cargas administrativas innecesarias, y aumentar el peso de Europa en la economía global abogando por una conclusión exitosa de las negociaciones de los acuerdos comerciales de la UE con sus socios estratégicos, entre ellos Estados Unidos y se deben abordar urgentemente los precios de la energía y la seguridad energética.