El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dio por muertas las negociaciones que estaba manteniendo Israel con las facciones palestinas en El Cairo con la mediación de Egipto tras el lanzamiento de cohetes desde la Franja de Gaza y ordenó el regreso del equipo negociador, según informaron los medios locales, que citan fuentes oficiales.

La decisión se produce después de que Netanyahu haya dado "luz verde" a la reanudación de los bombardeos sobre la Franja a raíz del disparo de tres proyectiles que cayeron en las proximidades de Beersheva y Netivot, en el sur, sin provocar daños ni heridos.

Como consecuencia de esta decisión, el Ejército israelí informó de que ha llevado a cabo bombardeos de "objetivos terroristas" en Gaza en respuesta al lanzamiento de cohetes. Según Al Arabiya, los bombardeos habrían alcanzado puntos en el norte y el este de la Franja.

Los últimos acontecimientos ponen fin así a una tregua de cinco días acordada entre Israel y las facciones palestinas que había sido ampliada el martes 24 horas más hasta la medianoche de ayer miércoles en un intento por dar más tiempo a las negociaciones en curso en El Cairo para un alto el fuego a largo plazo.

Israel y el movimiento islamista Hamás se acusaron mutuamente de romper la tregua y frustrar el proceso negociador que se mantenía a duras penas en El Cairo para lograr un cese permanente de las hostilidades.

Poco después de las 17:00 hora local (14:00 GMT) y en medio de crecientes denuncias palestinas del supuesto "desinterés" israelí, tres cohetes partieron desde la Franja de Gaza y explotaron en descampados cercanos a la ciudad meridional israelí de Beerseheva.

Casi de inmediato, cazabombarderos israelíes atacaron zonas próximas a la localidad septentrional de Beit Lahia y otros puntos de la Franja, confirmaron ambas partes.

Según fuentes palestinas, al menos dos niños resultaron heridos levemente en la ciudad meridional de Rafah, vecina con Egipto.

Ante este nuevo repunte de la violencia, tras casi una semana de calma, muchos gazatíes volvieron a recoger sus escasas pertenencias y regresaron a las únicas áreas que creen seguras: las escuelas de la ONU.

Retomados los ataques, ambas partes se enzarzaron una vez más en el rutinario intercambio de reproches sobre la ruptura de la tregua -es la cuarta que colapsa- y el fracaso de las conversaciones.