Air France confirmó hoy que algunos de sus empleados se han negado a embarcar en los aviones que conectan con Guinea Conakry, Sierra Leona y Nigeria por el riesgo que supone el ébola en esos países, pero insistió en que se mantienen todos los vuelos, aunque en ciertos casos con menos personal que antes.

"No ha habido anulaciones" en los enlaces con esos tres países y se respeta "el número reglamentario" de personal navegante en los aviones, subrayó un portavoz de Air France, que reconoció que en algunos hay menos de los que acostumbraban a ir.

El portavoz no quiso dar una cifra de los empleados que han rechazado cubrir esas rutas y puso el acento en que hay 10.000 personas de la empresa susceptibles de ser asignados a estos vuelos.

También hizo hincapié en que el nivel de ocupación de los aviones no ha variado, y que "van llenos". Explicó que no se trata de líneas que tengan una clientela turística, sino utilizadas esencialmente por personas que trabajan en esos países africanos.

Aseguró que "la prioridad de Air France es garantizar la seguridad de su pasaje y de las tripulaciones", muchas de las cuales viven en Guinea Conakry, Sierra Leona o Nigeria, donde se concentran los casos de la epidemia de ébola.

La aerolínea francesa tiene vuelos diarios con Conakry, en Guinea, y con Lagos, en Nigeria. También realiza tres enlaces por semana con Freetown, la capital de Sierra Leona.